Una de las partidas de gasto más importantes, dentro de la rúbrica de gastos de personal, en la mayoría de las empresas, son los conceptos de viaje, manutención y pernoctación de nuestros colaboradores cuando se disponen a realizar un viaje de trabajo hacia la oficina de otros colaboradores o hacia el domicilio de un cliente.
Desde la llegada de la crisis, el presupuesto de esta partida, al igual que otros tantos gastos, están siendo analizados por parte de las empresas para optimizar su gasto, de manera que se han definido criterios de racionalización por la imperiosa necesidad de reducir los gastos derivados de la gestión.
Aún así, sigo apreciando que en muchas empresas (y no necesariamente en las más grandes) siguen 'colándose' algunos despilfaros de difícil justificación, como el brindar la posibilidad de viajar en clase business cuando se toma un vuelo, pernoctar en hoteles de una muy elevada calidad, o alquilar coches de alta gama cuando se precisa un desplazamiento en coche, entre otros.
Además de lo anterior, que quizás deberíamos ser más austeros. Algunas empresas siguen permitiendo estos viajes sin ser necesarios, e incluso se programan viajes periódicos cuando sería discutible dicha periodicidad. En definitiva, muchas empresas deberían cuestionarse si su política de viajes es la más adecuada, cuando hoy en día se disponen de recursos tecnológicos empresariales que pueden ponernos en contacto con otros colaboradores y/o clientes sin la necesidad de desplazarnos.
En Pymes y Autónomos | Los viajes de empresa y cómo ahorrar en su contratación
Imagen | Adif Madrid