Networking. Seguramente has oído o leído decenas de veces la palabra. En este blog hemos hablado en varias ocasiones sobre ello, con consejos, principios o iniciativas. Pero, esta vez sería bueno centrarlo en los profesionales freelance, aquellos que, en muchas ocasiones, ‘viajan’ en solitario. Aquellos que necesitan construir contactos y relaciones para facilitar su crecimiento.
Porque, realmente, ¿qué es el networking? No es más que contar con ese ‘salvavidas’ que es una fuerte red de contactos. Una red con la que potenciar tu pequeña empresa ‘unipersonal’, con la que colaborar con otros para afrontar nuevos retos profesionales, con la que apoyarse para abordar proyectos más ambiciosos.
Por tanto, ¿para qué puede ser interesante cultivar esa red de contactos? Fundamentalmente para encontrar proyectos y trabajos con mayor facilidad. Muchos de esos acaban llegando gracias a las conexiones que creas durante mucho tiempo. Por eso, descuidar esas relaciones, obviar su importancia acaba aislando al profesional y, por tanto, haciendo algo más complicado el camino.
Pero también puede ser interesante alimentar esa red para aprender de otros profesionales en ámbitos similares. E, incluso, por qué no, para colaborar con ellos en otros proyectos que sean útiles y productivos para ese particular ‘camino’.
Dicho esto, hay que aclarar: esto no implica que haya que estar de encuentro en encuentro, de foro en foro o utilizar tres cuartas partes de la jornada laboral delante del ordenador para alimentar esas relaciones. Sólo que trabajar como ‘freelance’ puede desembocar, si no se remedia, en un camino demasiado solitario que no ayudará a crecer en el futuro.
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