Si durante todo el año cuando alguien plantea la necesidad de trabajar desde casa en muchas empresas se mira con escepticismo esta opción, el teletrabajo en vacaciones si que se ve con buenos ojos. En muchos casos en las empresas no hay un backup, y es sólo un trabajador el que está disponible para hacer determinadas tareas.
En estos casos delega lo máximo posible en sus compañeros, pero a veces tienen que conectarse de forma puntual para realizar determinadas tareas. Es aquí donde evitar el desplazamiento a la oficina, poder trabajar con tranquilidad y salvar cualquier urgencia de forma remota hace que el teletrabajo gane puntos. Aquí ya no importan que interrumpa un descanso, que de otra forma tal vez no podríamos tomarnos.
Las comunicaciones hoy en día hacen que trabajar desde casa es casi como estar en la oficina, respeto a la velocidad que nos permite. Los inconvenientes del teletrabajo siguen estando ahí. Desconexión con el resto del equipo, no poder atender a clientes que llegan a la oficina o problemas de productividad por tener que trabajar desde casa en condiciones que muchas veces no son óptimas.
El teletrabajo se tiene que ver como una herramienta más. Un recurso que se puede utilizar cuando nos sea útil. Que nos permite estar una tarde en casa trabajando si lo necesitamos sin tener que acudir a la oficina. Los males de esta forma de trabajo están siempre asociados al empleado que está siempre en su casa de forma habitual.
Pero en estas épocas de verano se agradece, y mucho, la posibilidad de mantenernos conectados, de resolver cualquier problema, sin necesidad de tener que ir a nuestro centro de trabajo. Incluso para muchos profesionales independientes en la única forma de poder tomarse unos días de descanso.
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