Con las fiestas de Navidad en mente muchas empresas tienen la costumbre de agradecer el esfuerzo del personal a lo largo del año. La costumbre suele ser que la empresa pague la comida de Navidad, en otras un detalle en forma de botella de vino o un jamón. Pero ¿qué prefieren los empleados cesta, gratificación económica o días libres?
Porque al final de lo que se trata es de tener un detalle que sea apreciado por la plantilla, no de cumplir con una costumbre. En este sentido la típica cesta de Navidad, no cumple con este objetivo y los empleados prefieren que dicho gasto de la empresa acabe en sus bolsillos como beneficio económico.
Por eso muchas empresas prefieren más un detalle que otra cuestión, una botella de vino o un pequeño pack que incluya algunos productos típicos de Navidad. Es una cuestión que por lo general decide la empresa y en la que no participan los trabajadores y es un error.
Lo mismo que la empresa tienen canales para escuchar a sus clientes muchas veces no los tiene para hacerlo con sus empleados. Al final se trata de distribuir un presupuesto que se va a gastar en cena y cestas de otra manera. Una pequeña encuesta y que sean los propios empleados los que decidan cómo se sienten mejor recompensados.
Incluso en este paquete se podrían añadir días libres. Es una cuestión que muchos empleados agradecen mucho, ya que es habitual que se reserven días de vacaciones para poder pasar estas fiestas en familia, sobre todo si no residen en la misma localidad o provincia. Son días en los que parar la actividad en muchos sectores no supone un problema. Pero no es lo habitual.
No hay que perder de vista el objetivo de estas gratificaciones de Navidad, que no es otro que recompensar el esfuerzo de la plantilla. Basta un brindis y una pequeña charla para hacer equipo, que todo el mundo se sienta parte de la empresa y sepa que su esfuerzo se valora. Después, la gratificación que sea la que se ha decido entre todos como la mejor.
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