Ayer tocó concierto de Manolo García (no va a ser todo trabajar desde luego) pero la visión empresarial o la deformación profesional de buscar el negocio allá donde lo haya no se deja aparcada en ningún momento.
En este tipo de actuaciones musicales en directo, se mueve mucho dinero, tanto a nivel de la gestión del propio espectáculo como en el propio evento. En este caso particular me refiero a la barra de copas. Y ahí hay un buen pelotazo si el concierto merece la pena.
Este tipo de eventos presentan varias características importantes:
- La afluencia de aforo es previsible y se conoce aproximadamente con antelación a la realización del evento.
- La gestión de dichos negocios hosteleros esporádicos se deja en manos de los ayuntamientos u organizadores.
- Los precios que se aplican están en mercado y se prohibe la entrada de bebidas del exterior.
Básicamente, lo que se necesita para montar un sarao de este tipo es contar con la aprobación del organizador del evento o acudir a la subasta de dicha barra en el ayuntamiento de turno.
En los momentos actuales, los ayuntamientos necesitan dinero y no todos los hosteleros de la localidad están por la labor de complicarse la vida con este tipo de negocios. Quién tiene un negocio estable no suele entrar al trapo en barras móviles pero para cualquier otro empresario, puede ser una oportunidad de sacarse un pico nada desdeñable por unos pocos días de trabajo.
Este tipo de negocios, como todos, pueden salir bien o mal, pero no perdamos de vista los veranos en toda nuestra geografía, las posibilidades que nos puede ofrecer realizar alguna operación de este tipo en nuestra localidad y la eco´nomía del ocio.
Además, son negocios ideales para compartir el riesgo con otros empresarios, establecer vínculos en sectores desconocidos y porqué no, pasar un buen rato. Al fin y al cabo, trabajando hay que intentar divertirse. Os dejo con un vídeo de semejante monstruo en el escenario.
Enlace | Vídeo original en Youtube
En Pymes y Autónomos | A vueltas con los bares y lo malvados que son