A simple vista, ocio y trabajo parecen dos términos irreconciliables. Son como el día y la noche, el agua y el aceite, el bien y el mal... es decir, dos conceptos contrapuestos que no pueden mezclarse porque provocaría un efecto muy dañino en la empresa.
Sin embargo, en muchas empresas el ocio y el trabajo se llevan muy bien. Pero aquí no acaba la cosa. Uno y otro se mezclan contribuyendo a un crecimiento muy sano de la compañía.
Existen numerosas empresas que fomentan los tiempos de inactividad dentro de su horario de trabajo para contribuir a que sus empleados estimulen ciertas capacidades creativas. No cabe duda que un ambiente relajado es un importante estímulo para la generación de ideas dentro de una empresa.
Por ejemplo, la mismísima Google permite que sus empleados empleen una parte de su tiempo de trabajo en desarrollar una idea propia y libre. Google tiene en cuenta cada una de las iniciativas personales, proporcionando recursos a sus empleados y aprovechando la creatividad de sus empleados para ofrecer nuevos productos y servicios a los potenciales clientes.
Además, la mezcla de trabajo con ciertos períodos de ocio puede incentivar la unión del grupo, fomentando una atmósfera de camaradería entre los miembros de la compañía. Por ejemplo, una de las actividades que ya promueven muchas empresas son las jornadas de convivencia entre los empleados o el BreakFast Roulette.
En definitiva, trabajo y ocio no tienen por qué ser enemigos irreconciliables. Si gestionamos de forma adecuada los tiempos libres de nuestros empleados, puede que acabemos viendo cómo nuestra empresa es más productiva que antes.
En Pymes y Autónomos | Adictos al café, adictos al coffee time motivacional Imagen | PublicDomainPictures