La atención se ha convertido en un bien preciado. De los clientes, de los consumidores, de los usuarios… Atraerla no es tarea fácil. Y cuando se habla del correo electrónico, lo es, quizás, aún más. ¿Cómo conseguir que un suscriptor se interese verdaderamente por lo que una marca quiere ofrecerle en una campaña de email marketing?
La primera respuesta y más obvia a esa pregunta es: generando contenido relevante. Es de perogrullo. Pero, aún haciéndolo, no es fácil hacerse un hueco entre los correos leídos cuando la bandeja de entrada es un hervidero y no hay tiempo para consultar todo. Por eso, son interesantes los datos del estudio de la compañía de software de análisis productivo ‘Retention Science’, basado en más de 260 millones de correos enviados en 540 campañas.
Un estudio que se centra en algo fundamental y que, en muchas ocasiones, se descuida: el asunto. Aquí dos características que éste debe tener, basadas en ese estudio:
- De seis a diez palabras es el tamaño perfecto del ‘Asunto’ en el correo. Es el grupo que mejor tasa de apertura registra: un 21%, muy por encima de la media.
- Personalización. Tiene mejor aceptación entre los suscriptores que el asunto contenga sus nombres.
Y al margen del asunto, la expansión de los dispositivos móviles como vías para la consulta de los correos electrónicos es una evidencia. Y las cifras así lo corroboran: según la compañía, algo más de un tercio de los emails ya se abren en tabletas o smartphones, por lo que la sencillez, la adaptación a las pantallas más pequeñas y la concreción deberían ser características básicas.
La gestión del email marketing es muy delicada. Es una herramienta muy utilizada como método de selección por parte de los usuarios pero, a la vez, se ha convertido en el único espacio de verdadera privacidad. Ambos ingredientes obligan a cuidar al máximo cualquier campaña para evitar el rechazo de unos receptores que, hoy más que nunca, entienden el buzón de correo como un espacio libre de spam.
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