Hace unos tres años acudía a un polígono donde una agencia de publicidad se "escondía" tras un cartel que nada tenía que ver con lo que ocurría en ese edificio.
En 2016 me he tropezado con una historia que se estaba forjando en aquel contexto en unas condiciones similares, sólo que ellos han logrado el éxito y de qué manera. Un grupo de jóvenes ilicitanos tenían claro el propósito de su negocio: el éxito basado en encontrar el producto adecuado.
Siempre que hablamos de una startup nos centramos en la financiación, en cómo vender nuestra idea, pero ¿y en lograr los objetivos a base de mucha confianza?
Las gafas de sol Hawkers nacieron en 2013, unas gafas fruto del enamoramiento de otras que provenían de Estados Unidos y que a estos empresarios, les parecían lo más.
¿Qué hacer? Ya que en Europa no se distribuían y ellos ya habían probado otras líneas de negocio, se centraron en vender ese producto pero a mejor precio. ¿Con qué estrategia? Redes sociales, publicidad y un alto conocimiento de su target: gente joven que se mueve como pez en el agua por redes sociales.
Ahora facturan millones, venden a todo el mundo desde Internet y todo gracias a apostar por un producto que tuviera una fácil salida, envuelto en un marketing atractivo y efectivo, donde algunos personajes famosos han puesto su grano de arena para lanzar este ambicioso proyecto.
Pero, esta historia con final feliz, tuvo antes otras páginas donde estos emprendedores, probaron con otro tipo de proyectos, como en 2012 que lanzaron una página de compraventa de segunda mano, que no terminó de funcionar como esperaban.
A las gafas hay que unir otro producto autóctono de la zona: las alpargatas con diseños divertidos que pudieran seducir a cualquier persona aquí o en Asia. Calzado veraniego y gafas de sol, un dúo perfecto.
Ellos no hablan de poseer una empresa de gafas sino de Internet. Conocen el lenguaje que se emplea, lo que demanda el público, ajustan los precios y mantienen un marketing fresco y efectivo. Donde cada detalle se cuida, como un packaging atractivo, que invita a los clientes a colgar vídeos en Youtube cuando las reciben. ¿Qué mejor publicidad que un cliente satisfecho?
Confianza, conocimiento del entorno donde se mueven los nuevos consumidores, medir, medir y medir, es la clave de esta empresa y de otras muchas que saben muy bien cómo llegar a un público que sólo desea un producto de calidad y a buen precio.La inspiración puede llegar pero luego hay que saber qué hacer con ella.
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