No sé cómo tropecé con ella. Ni soy una asidua de la moda y me considero bastante torpe con el maquillaje. Puede que por esta última razón buscara en Google una solución y di con una chica sevillana que en pocos pasos, de manera sencilla y amena resolvió mi duda.
La seguí. Vi sus vídeos y me llamó la atención su capacidad para llegar a los que estábamos al otro lado. Sin clases de comunicación ni oratoria, simplemente siendo como es. Vi que tenía una legión de seguidoras fieles. Su nombre: Azucena Morales. Pertenece al mundo de las blogueras y 'youtubers'
Nunca le he hablado, ni le he dejado un comentario. Simplemente la observaba desde la curiosidad y para qué negarlo, desde la admiración.
Ella dejó de escribir y grabar vídeos sobre su pasión: la estética, el maquillaje y demás, y yo tampoco volví por su canal en Youtube, pero hace unos días leí un artículo en su blog sobre las marcas que regalan productos a cambio de publicidad.
¿Su denuncia? La falta de autenticidad. Su pena por ver cómo por un minuto de gloria o un regalo de manos de una marca, estas chicas son capaces de fingir que han comprado un producto y que les encanta, sea o no cierto.
Me resulta llamativo que ese tipo de estrategia algo torpe se dé por parte de alguna firmas. En Internet al final, todo se sabe. Esta persona, Azucena, tiene muchas seguidoras, algunas de ellas profesionales también del sector de la cosmética.
¿No han pensado esas marcas que no todo el mundo tiene un precio? ¿Que algunas personas comparten secretos, consejos, etcétera simplemente como afición? Ella denunciaba la agresividad en las formas por parte de algunas empresas a la hora de que publicites un producto: una crema, una plancha para el pelo...
La sensatez brillaba en cada línea por parte de esta chica, de esta mujer que a pesar de su gracejo ha dado una lección de marketing en las redes sociales de matrícula y muy seria. No todo vale.
La interacción entre marcas y clientes existe desde hace tiempo en Internet como contexto, pero muchas de ellas son elegantes, cuentan con una estrategia,no agobian a la clienta, sino que le facilitan las cosas con información, muestras gratuitas, descuentos... pero todo a un nivel público,donde todos tenemos acceso.
Igual que existen los buenos y los malos anuncios, en cuanto a estrategias de marketing, algunas empresas deberían realizar un pequeño estudio de qué se dice de su marca y mejor aún, pensar en cómo llegar a sus clientas de una manera menos provocadora.
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Imagen|Xisco Bibiloni