Las empresas y las estrategias comerciales son algo vivo, que van cambiando con el tiempo de manera paulatina, configurando un cambio que nos perceptible en el día a día, pero que pasado un tiempo se nota con fuerza. Como por ejemplo sucede en el campo de la publicidad, dónde en las últimas décadas la evolución ha sido notable.
Para ilustrar este proceso de cambio quiero mostrarles una infografía realizada por Amusing Planet, dónde se muestra cómo ha cambiado nuestra sociedad hasta el punto de lo que hasta hace unos años era considerado un anuncio cotidiano, ahora resulta sexista.
Por ello, una buena publicidad no solamente tiene por cometido mostrar lo mejor que tiene nuestro producto en un entorno en el que cada vez existen mayores alternativas para el cliente, sino que también debe mostrar unos valores y cierta sintonía con el perfil medio de clientes, o al menos, con nuestro público objetivo, para evitar que un mensaje inadecuado pueda empañar nuestros objetivos.
Bote pronto, esta reflexión puede resultar secundaria, pero a lo largo de la historia de la empresa se han conocido casos en los que productos y/o empresas han fracasado por posicionarse en los medios con una estrategia poco acertada. Lo que confirma que a la hora de mostrar al mercado un producto o servicio, nuestra empresa no puede desentenderse de estos aditivos, que aportan a nuestra imagen más de lo que en muchas ocasiones se piensa.
En Pymes y Autónomos | Cuando llega un producto innovador, quien golpea primero golpea dos veces Imagen | amusingplanet