En alguna ocasión hemos tratado el tema de los bares. Uno de los negocios en auge cuando la crisis económica azotó con fuerza España. Partiendo de la base de que nuestro país es uno donde más establecimientos de estas características hay, parecía una buena idea abrir un bar.
Pero, la falta de experiencia, la competitividad y carecer de un buen plan de negocio hizo que muchos de esos nuevos locales acabaran cerrando por la alta competencia y por algo más que tiene que ver con tomar muy en serio un negocio por muy pequeño que sea.
Negocio vacío y otro lleno en la misma calle
Copiar a los grandes ha sido una de las claves del éxito de una tienda local. Siempre partiendo de una premisa realista, obviamente. Ni los recursos económicos ni logísticos serán los mismos. Pero la pregunta viene cuando paseas por una calle del centro de una ciudad y ves dos tiendas que ofrecen el mismo producto: una vacía y la otra repleta.
¿Existe la maldición del local maldito que ha sido panadería, perfumería, frutería y hasta una tienda de móviles? Tal vez la ubicación, los precios, la calidad de los productos y la atención al cliente tengan mucho que ver con la afluencia de público. Pero, ¿y si el producto es el mismo? ¿Qué está fallando?
Probablemente, el que tiene una clientela fiel, esté peleando más que el otro. No se trata de esperar a que, como toda la vida, a determinadas horas se llene la tienda. Eso ha cambiado. Si tienes una peluquería y has perdido a tu clientela de siempre, ¿por qué la de al lado recibe clientes todos los días de la semana?
Plan de negocio a lo grande para un pequeño negocio
Pensar a lo grande y con los pies en el suelo puede reportar beneficios. La pasividad no hará que una persona acuda a tu local, porque son muchas las tentaciones que hay, descuentos, promociones y alternativas que puedes encontrar por la red.
Y ahí radica la cuestión, ¿estás presente en alguna red social? De acuerdo, puedes tener una clientela considerable, vecinos de tu barrio que creen y confían en tu buen hacer, pero hoy día miramos los precios, la rapidez, el horario..., y eso conlleva clientes infieles.
Un local lleno no es cuestión de suerte, es cuestión de una atención al cliente exquisita, de unos precios competitivos, de estar presente en internet y en todos los lugares donde se pueda mejorar (cursos de formación) pero ante todo, un local lleno es sinónimo de ganas de trabajar y de no tirar la toalla por la competencia, de hecho, ésta puede motivarnos a que nuestros clientes aumenten.
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