La segmentación de la publicidad es básica para que el mensaje que lanzan las empresas llegue al destinatario, no a cualquier, sino a aquel cliente potencialmente interesado en aquello que estamos ofreciendo. Por eso, por mucho que insista Spotify no me voy a hacer fan del reguetón. Este es un ejemplo de un anuncio que no ha tenido en cuenta la información que yo proporciono en el servicio sobre mis gustos musicales.
Lo mismo ocurre con muchas pymes, por mucho que tengan datos de clientes a los que hacer llegar una campaña de mailing, lo cierto es que para que sea efectiva tiene que ir con una oferta personalizada, o al menos lo más adaptada a sus intereses en base a la información que conocemos de ellos a través de su historial de compras, las redes sociales, todo lo que hemos recopilado en su ficha de cliente, etc.
Un caso similar ocurre con una campaña de publicidad en Google Adwords, donde no puede ser el mismo anuncio o no puede tener la misma página de aterrizaje para todos los clientes. Si no lo hacemos así lo único que conseguiremos es hacer un poco más rico a Google, pero los resultados de los anuncios en los que hemos invertido serán cuando menos decepcionantes.
Es fantástico poder enviar un correo electrónico a más de 8.000 clientes de una vez, podemos estar enviándoles correos de forma sistemática cada día, pero lo cierto es que si no los personalizamos sólo lograremos enfadarlos y que se den de baja.
Tenemos mucha información de los clientes disponible para tratar de ofrecerles aquello que necesitan, en lo que han mostrado algún interés o que pensamos que les puede ayudar en su negocio. Por mucho que insistamos no todos los productos o servicios que tenemos en catálogo son los mejores para cada cliente. Por muy buena que sea la oferta, si no lo necesitan no vamos a lograr nuestro objetivo. Vender hielo a los esquimales o peines para calvos no funciona en el marketing online.
En Pymes y Autónomos | Tienda online y estrategia de marketing online tiene que ir de la mano para triunfar
Imagen | Geralt