A diario en todas las empresas y organizaciones se reciben y se envían paquetes de correo, algo fundamental para realizar nuestras transacciones como compañeros y compañeras de otras localizaciones, con proveedores, y también, con clientes. Lo que necesariamente nos llevará a diseñar el plan logístico más eficiente, tanto en tiempo de respuesta, así como en lo que se refiere al coste económico asociado.
Para llegar a él, lo primero que tenemos que evaluar es la necesidad de enviar un determinado paquete, ya que he detectado en muchas ocasiones que las empresas envían mucha documentación que se pueden enviar por otras vías, como por ejemplo el correo electrónico, debiendo afinar en este aspecto, ya que el correo electrónico nos brinda una oportunidad tremenda para ahorrar en costes logísticos.
Una vez que hemos determinado un volumen medio de envíos necesarios, llega el momento de estudiar si es conveniente que esta tarea la realice la propia empresa, o bien, una empresa de servicios, externalizándola. Para ello, tenemos que pensar en el coste en el que incurrimos al realizar todas las transacciones y también, en si nos interesa o no dedicar unos recursos permanentes a atender este tipo de peticiones.
Bien es cierto que en la medida en la que el volumen de envíos va creciendo, y a no ser que no logremos un contrato muy bueno con una empresa de servicios, la opción ganadora suele ser el diseñar una estructura interna, que a su vez ha de articularse de manera eficiente, utilizando como principios a la oportunidad, la calidad en la respuesta, y el menor coste posible. Añadiendo el matiz de la necesidad de crear un buen sistema de coordinación, para no acabar como en el caso del mensajero que se puede apreciar en el video adjunto.
En Pymes y Autónomos | La intermediación ha de crear valor
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