Existen muchos métodos para realizar la valoración de una empresa. Todos ellos son igual de válidos pero, al mismo tiempo, todos ellos adolecen del mismo problema: excluir el capital humano a la hora de cuantificar el valor de los activos con los que cuenta para desarrollar su actividad.
Una plantilla bien formada y con amplia experiencia siempre son una suerte para cualquier empresa, y su desempeño es clave a la hora de obtener ganancias, en especial el de aquellos empleados más productivos. Por esta razón, y pese a las dificultades inherentes a todo proceso de valoración de activos intangibles, el capital humano debería ser un activo más en el balance de situación de nuestra empresa.
En todas las empresas, las cuenta de pérdidas y ganancias muestra año tras año una partida especialmente onerosa: los gastos en salarios, en referencia al dinero destinado a pagar los sueldos de nuestros empleados. El nombre de esta cuenta ya nos da una idea de qué tipo de consideración debemos darle: la de un gasto no capitalizable por la empresa, que no incluimos dentro de nuestro activo, como si se tratase del pago de la electricidad de nuestro local.
Algunas empresas ya empiezan a tomar en consideración la importancia del capital humano, y ya están incluyendo la productividad de algunos empleados cuando tiene incidencia directa sobre la cuenta de resultados. No obstante, hay que tener en cuenta de qué tipo de empresa hablamos: las compañías que comercializan sus productos mediante el contacto directo con sus clientes dependen mucho más de sus empleados (por ejemplo, un camarero poco amistoso difícilmente ayudará a que un bar esté lleno de gente).
En cualquier caso, son muchos los economistas que insisten en la necesidad de capitalizar todos aquellos activos que generen riqueza y posiblemente nadie genere tanta como los empleados de una empresa. Sin embargo, al igual que el resto de activos inmateriales que son difíciles de cuantificar, como ocurre con la marca de la empresa, el capital humano tiene muy difícil encaje dentro del balance de la empresa.
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