Cuando me inicié en el mercado laboral, mi primer trabajo fue en un broker suizo de divisas. era curioso que lo primero que tenía que hacer era leer la prensa económica, a pesar de que para la propia entidad, los periódicos eran libros de historia, nunca te cuenta lo que va a pasar en el día, sino lo que pasó el día anterior.
Así urgando en la hemeroteca, hay artículos y entrevistas que merecen ser recordados, una y otra vez. Para mí, este es el caso de la entrevista que realizó Ima Sanchís a Marc Vidal en La Vanguardia y que el título es bastante explícito de la realidad en la que vivimos "Somos una sociedad anestesiada a base de subsidios".
Algunas personas nos oponemos a determinadas actitudes que por estar ahí se asumen como correctas pero que cada vez produce mas malestar e indignación en un grupo cada vez mayor de ciudadanos. Este es el caso de la financiación de los partidos políticos, que presuntamente se hace para evitar manipulaciones de grupos de interés pero que cada vez es más manifiesto que sólo es una intención y no una realidad.
Un caso similar ocurre con la finaciación de los sindicatos, que muchos rechazamos y entendemos que deben financiarse mediante la aportación de sus afiliados y en caso de no poder soportar sus estructuras o reducirlas o desaparecer, básicamente como ocurre con las empresas.
Así las cosas con un sistema como el que ilustra los ejemplos anteriores no es difícil atisbar que estos hechos se reflejan en todos los comportamientos que ponen de manifiesto, siendo este el caso del emprendimiento. Una gran mayoría asocia emprendimiento a subvención, como si el propio hecho de emprender no implicase asumir riesgo.
De este modo, todos nos acabasmo por contagiar por un sistema que cada vez es más imperfecto y cada día nos perjudica más. No sólo porque soportar esta mentalidad implica una cantidad cada vez mayor de recursos, lo que implica mayor presión fiscal, es que lo peor nos acomoda de un modo insano.
Vía | La Vanguardia Imagen | Horia Varlan En Pymes y Autónomos | El reto hacia una nueva sociedad civil: la reforma más necesaria