Más allá de los barómetros tradicionales que miden la actividad económica hay ciertas maneras que nos pueden ayudar a detectar cambios de tendencia. Regularmente hablamos de las estadísticas sobre creación de empresas que se publican, pero otra manera de interpretar estos datos nos las pueden ofrecer desde las notarías.
En pocos días he tenido la oportunidad de charlar sobre esto con varias personas que trabajan en notarías y me ofrecieron una visión optimista y que podría anunciar cambios positivos al respecto.
Indicaban que desde 2008 su actividad había sido eminentemente "destructiva": liquidaciones de sociedades, daciones en pago de promotores, etc. centraban la inmensa mayoría de su actividad.
Sin embargo desde el pasado año las cosas parecen haber cambiado. La constitución de empresas y las ampliaciones de capital son cada vez más habituales y parece que la actividad empresarial puede empezar a moverse hacia el terreno positivo.
Pero más allá de los números, lo que dejaban traducir estas personas eran ciertos aspecto positivos en las formas. Señalaban que hay mucha más variedad en las actividades de las nuevas sociedades, que se crean con unas condiciones de capitalización más coherentes con lo que una empresa puede necesitar y sin locuras a nivel de endeudamiento.
En un momento tan negativo y pese a que los políticos la única mano que nos pueden echar es al cuello anima pensar que la tendencia puede estar cambiando. Veremos con el tiempo si esa impresión es acertada.
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