En la actualidad China es una nación que no deja de sorprendernos, fruto de un crecimiento explosivo y de una ambición reformista en la que el capitalismo más puro se está introduciendo a pasos agigantados en su economía y en el día a día de sus empresas.
Muchos afirman que sus empresarios tienen una experiencia de gestión y habilidades inferiores a la de los ejecutivos occidentales, pero hay hechos que confirman que hay habilidades en las que sucede todo lo contrario, ya que nos ganan desde lejos.
Un ejemplo de ello es la práctica extendida entre las empresas chinas dentro de su país de contratar occidentales con una apariencia 'tipo' (por ejemplo chicos y chicas rubias, con ojos claros y mayores de treinta años, y que no tienen por qué hablar chino), para así moverse mejor en los círculos sociales de inversores extranjeros, para así ganar contratos, promocionar sus productos y/o servicios, o incluso captar nuevas inversiones.
En otro orden de cosas, y ya a pequeña escala, estoy apreciando en los últimos años que negocios tradicionales chinos, como por ejemplo restaurantes o bazares, han empezado a contratar empleados españoles. Tal vez sea por pura casualidad, pero tal vez se haga con la misma idea, la de tratar de eliminar el prejuicio de que en las actividades económicas capitaneadas por ciudadanos chinos solo les beneficia a ellos.
En Pymes y Autónomos | Desconfianza China Imagen | Señor Zozo