La Encuesta de Población Activa del tercer trimestre del año ha puesto de manifiesto un cambio de tendencia en lo que a desempleo se refiere. Por primera vez en toda la legislatura, la tasa de desempleo actual es menor que la tasa de desempleo con que el PP comenzó a gobernar, lo que muchos dirigentes han aprovechado para vanagloriarse de su gestión.
Sin embargo, la temporalidad y la dualidad siguen siendo el mayor problema del mercado de trabajo en España; un problema que la reforma laboral no solo no ha sido capaz de solucionar, sino que sigue acentuándose, puesto que, mientras que el total de asalariados con contrato indefinido desciende en 18.900 personas, los contratos temporales aumentan en 205.500 personas.
Ahora bien, la temporalidad no ha sido consecuencia de la reforma laboral, como muchos postulan, ya que se trata de un problema estructural heredada de tiempos pretéritos como resultado de una legislación laboral disfuncional que fomenta la contratación temporal y de la desindustrialización vivida por España en los últimos años. La anterior legislación ya incentivaba la contratación temporal, debido al elevado coste del despido de los contratos indefinidos y de su rigidez. Por esta razón, la derogación de la reforma laboral, propuesta por varios partidos con posibilidades de gobernar a partir del 20 de diciembre, no es la solución.
Las únicas propuestas para solucionar esta dualidad han sido las provenientes de Ciudadanos. Tanto el contrato único como la mochila austríaca, a falta de articulación efectiva, se posicionan como dos medidas adecuadas para reducir esta dualidad, algunas de las cuales ya se han aplicado en varios países con buenos resultados.
En cualquier caso, de nada servirá llevar a cabo estas medidas si no se cambia la estructura productiva del país, muy estacional y demasiado dependiente del turismo. Articular propuestas para cambiar la legislación laboral, al tiempo que se incentiva la inversión, son dos desafíos que tiene por delante quienes gobiernen la Moncloa en esta nueva legislatura.
Mientras tanto, las opiniones seguirán siendo las mismas que hasta ahora: unos se jactaran de estar acabando con el desempleo y, los otros, denunciarán la elevada temporalidad y la precariedad en los contrarios. Y ambos seguirán teniendo razón.
En Pymes y Autónomos | ¿Servirá el contrato único para acabar con la dualidad del mercado de trabajo en España?
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