Mirar atrás después de saltar

Mirar atrás después de saltar
1 comentario
HOY SE HABLA DE

 

Cuando nos enfrentamos a un nuevo reto profesional, una nueva oportunidad o acontece una situación en la que tenemos que tomar decisiones importantes, el miedo a no tomar la decisión más acertada se apodera de nosotros. Convirtiendo a la situación en compleja e incluso agónica, si se lleva a hasta determinados límites.

Cuando pasa el chaparrón, es decir, una vez que hemos tomado la decisión que creíamos a priori como la más acertada, y nos hemos ‘acomodado’ a la nueva situación, nos damos cuenta de que ni era tan grande el lobo ni tendríamos que haber tenido miedo.

Esta sensación, que con independencia de que se radicalice más o menos, es un común denominador para todos los mortales, y por tanto mucho más natural de lo que nos pensamos, fundamentado en que sin pretenderlo el ser humano tiende a conformarse con su estado presente, desconfiando sobre cualquier otro estado, sobre todo si su decisión comporta grandes riesgos.

Si pensamos con perspectiva en algunas de las situaciones de este tipo que se nos hayan podido presentar, el número de aciertos supera ampliamente al de errores, lo que hace que debamos aprender de ello, consiguiendo ser un poco menos aversos al riesgo en una época recesiva de la economía en la que se suceden más rápidamente los acontecimientos. ¿Creen ustedes que el miedo es un lastre para el progreso?

En Pymes y Autónomos | ¿Has vencido el miedo al ridículo antes de emprender?
Imagen | mikelopoulos

Temas
Comentarios cerrados
    • El factor miedo siempre está y estará presente en todas las decisiones personales y profesionales que tomemos, y es algo natural, pero el miedo no tiene porque ser algo malo, sino todo lo contrario, el miedo debe de ser el factor que nos haga pensar y meditar las decisiones, buscar la información que nos falta o que desconocemos, buscar ayuda y analizar la situación, y con toda esa información es como se puede vencer al miedo, pero no tener miedo no te soluciona la papeleta, te puedes equivocar igual. Incluso después de haber tomado la decisión acertada o no, a veces hay que mirar atrás para aprender de las consecuencias, buenas o malas.

    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información