Leyendo el blog de un amigo me surgió esta pregunta. ¿Por qué la ley no permite establecer los horarios comerciales como nos convenga? Hay establecimientos que pueden estar abiertos 24h sin que eso se considere competencia desleal hacia otros del mismo sector.
Algunos detractores de la liberalización de horarios se basan en dos argumentos principales, la libertad de horarios puede perjudicar al trabajador, o perjudicar al pequeño comercio frente al grande. Ni lo uno ni lo otro han de ser así necesariamente.
Para proteger al trabajador lo único que se necesita es regular unos turnos máximos y unas horas mínimas de descanso, eso ya se hace ahora. Pero, ¿por qué sólo los establecimientos de ocio, y algún otro puntualmente, pueden abrir domingos y festivos?
El otro día en mi artículo de humor hablaba de una empresa ficticia que cambiaba radicalmente el horario de verano e invierno para ahorrar lo más posible; era una medida exagerada, pero quizás no tanto.
¿Por qué el horario comercial es tan poco flexible? Parece contraproducente abrir el comercio a las 4 de la tarde cuando sabes que hasta las seis no van a aparecer muchos clientes. Lo ideal sería poder adaptar el horario a las horas con más clientela.
Si la gente que trabaja en una oficina trabaja de 8 a 8, ¿por qué les cierras la puerta de tu comercio a las 9 o a las 8:30? Así es lógico que se vayan al centro comercial, que abre hasta las 10 y tiene de todo. Tal vez era mejor que no abrieses por la mañana, que apenas tienes clientes, e hicieses un horario más prolongado hasta más tarde.
La legislación debería permitir elegir los horarios. Un pequeño comercio no se puede permitir abrir 12 horas seguidas, para captar a cualquiera que pueda pasar; pero a lo mejor le conviene más abrir de 4 a 12 de la noche, que abrir por la mañana(una tienda de moda); o al revés, igual le es mejor abrir de 6 a 2 por las mañanas y cerrar por las tardes (una tienda de alimentación).
Con esa libertad de adaptación, el de la tienda de alimentación podía ir a comprar ropa por la tarde, y el de la tienda de ropa podría comprar la comida antes de abrir.
Lo mismo ocurre con domingos y festivos, ¿por qué tengo que cerrar el domingo que es cuando más gente puede venir a comprar porque no trabajan?
La única condición debería ser, para no perjudicar a los pequeños comercios, que al menos un día a la semana tuviesen que cerrar, si abres el domingo, cierra otro día de esa semana, el que quieras, pero da un día de descanso a tus trabajadores cada semana.
Los trabajadores tendrían esa misma limitación, un día de descanso obligatorio a la semana, jornadas no superiores a 40 horas semanales distribuidas en cinco o seis días con libertad.
¿De qué me sirve librar cuando está todo cerrado? Si cada uno elige cuando abrir y cuando cerrar con total libertad, no abría la competencia desigual que hay ahora, si las reglas son las mismas para todos.
¿Quieres abrir 24 horas, 7 días a la semana? De acuerdo, pero no has de tener en tu plantilla nadie que trabaje más de 40 horas semanales y que no tenga al menos 36 horas seguidas de descanso una vez a la semana.
Con esa sencilla regla mejorarían las condiciones de vida de los comerciantes y de los trabajadores. Aparentemente sería un lío de horarios, pero eso pronto se autoregularía, habría zonas o sectores que abrirían a unas determinadas horas y otros a otras, de manera que los clientes rotasen , y que incluso pudiesen ser clientes de sus vecinos, algo que es complicado si todos tienen el mismo horario inflexible.
Sería una maravilla poder ir de compras en verano después de cenar, y no ir cargando con las bolsas bajo un sol abrasador, en lugar de estar plácidamente dándose un chapuzón.
Otro tema al hilo de este es la conciliación laboral y familiar que trataré en otra ocasión.
En Pymes y Autónomos |Ni horarios, ni festivos
Imagen | Fran Carreira