No cabe duda que tener una carrera aumenta las posibilidades de empleabilidad. De hecho, los titulados universitarios tienen en España una tasa de desempleo menor a la de aquellas personas que tienen estudios básicos. Además, ofrece mejores sueldos, y no solo al ingresar al mercado laboral, sino también a lo largo de toda la carrera profesional.
Sin embargo, tener estudios superiores no garantiza lograr un empleo en tiempo récord. Según el informe de Empleabilidad de la Población Cualificada elaborado por EAEBusiness School, la tasa de desempleo entre los titulados españoles fue en 2015 del 13,43%, una tasa que duplica la media de la Unión Europea (5,67%), y se sitúa muy lejos de otros países europeos como Islandia, Noruega, Hungría o República Checa, con tasas de desempleo inferiores al 3%.
Estos datos tan poco halagüeños están haciendo que muchos españoles con carrera se vean obligados a emigrar del país. En 2013, el 91% de las personas que se fueron a vivir fuera de España tenían título universitario y, de ellos, un 31% tenía ingeniería. Muchos de ellos ya están planteándose regresar a España, pero el mercado laboral todavía no les ofrece las oportunidades que están buscando. Un peaje importante que provoca que, en muchas ocasiones, los titulados acepten trabajos con sueldos un 40% por debajo de su sueldo.
Este informe, además, confirma lo que cualquiera de nosotros podría intuir: los universitarios tienen más posibilidades de acceder a un empleo que aquellos que solo tienen formación secundaria o postsecundaria. España sufre una diferencia del 33,16% entre quienes tienen una carrera universitaria y aquellos que no, un porcentaje que tiene su máximo en Grecia, del 39,56%.
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