El insostenible modelo de la cultura del subsidio

El insostenible modelo de la cultura del subsidio
8 comentarios

Estamos en tiempo nos dicen de crisis económica, muchas personas están sufriendo las consecuencias de una situación global deteriorada y muchas empresas y autónomos se ven arrastrados a momentos difíciles, muy difíciles, pero a veces parece que vivamos más pendientes y llorando por lo que “papa estado” no nos da, que de ganárnoslo por nosotros mismos y eso es insostenible.

Para mí, uno de los grandes errores de la Europa moderna y especialmente de España es el tan elevado nivel de protección social, subvenciones y subsidios con los que se ha querido dotar a los ciudadanos y empresas de nuestro país, ello trasladado particularmente al tejido empresarial nos provoca muchas veces estar más preocupados por ver que subvenciones o subsidios nos podremos acoger para “seguir” con nuestra actividad empresarial, en lugar de pensar en cómo desarrollar eficiente y competitivamente nuestra actividad empresarial.

Esta muy bien dar incentivos al desarrollo y a las empresas que aporten valor pero no incentivar que las mismas se acomoden en la cultura del subsidio y peor aun la protección que se da al trabajador, no es que se le proteja del despido, es que en muchos casos se le incentiva a preferir ser despedido porque ganara más o bien a la par que trabajando.

Ello tiene consecuencias funestas tanto para el propio trabajador, incentivando a muchos a la actitud parasitaria subsidiada, a pensar y calcular más en cómo lograr entre subsidios, actividades sumergidas y mínimo esfuerzo laboral real subsistir, en lugar de buscar vivir plenamente al máximo de sus capacidades.

Y todo ello por supuesto también lastra la competitividad empresarial, pues ya se sabe que si la masa laboral sabe que aunque le falte el trabajo tendrá el colchón del estado (que pagamos entre todos, no lo paga un ente etéreo) y que si encima hay crisis se lo incrementaremos el colchón (¿y quién se lo incrementa a la empresa?, única y autentica creadora de riqueza, pues si el trabajador trabaja es porque la empresa aporta oferta laboral) pues de alta productividad nada de nada.

Es verdad que estamos pasando por un mal momento económico, pero también lo es que oportunidades siempre las hay, hay que saber y querer buscarlas, hay que buscarse la vida y saber aprovecharlas. Ayudar al desarrollo personal y profesional es una cosa, financiar la vida de las personas es otra muy distinta.

Y es que en nuestro país pensamos que el estado o la administración tienen la obligación de velar por nosotros, pensamos en lo que creemos que el estado debe de hacer por nosotros y no en lo que nosotros deberíamos hacer por nosotros mismos. Nosotros somos responsables de nuestro éxito o de nuestro fracaso, rehenes o esclavos de nuestras ineficiencias, artífices de nuestro éxito.

Tema aparte es el de las empresas o sectores que piden permanentemente ayudas públicas para sus sectores o empresas, las empresas y sectores funcionaran si el mercado demanda sus productos o servicios sino deberán morir en él, y no pasara nada, otras ocuparan su lugar y así el ciclo de la economía, el ciclo de la vida seguirá su camino.

Nos hemos acostumbrado como las garrapatas, nos hemos acostumbrado a esperar que nos lo den todo hecho, nos ponemos enfermos, sanidad pública, nos quedamos de baja médica, prestación publica, nos jubilamos, que el estado nos pague con el dinero de todos, ¿Por qué no asumimos nosotros todas esas responsabilidades de construirnos a lo largo de la vida nuestro presente y nuestro futuro?, ¿Por qué la empresa, el profesional y la sociedad no lucha por sí misma y en lugar de pensar en que puede hacer el estado por nosotros no pensamos en cómo podemos contribuir nosotros en la medida que queramos con el estado, con la sociedad?.

En Pymes y Autónomos | La eficacia de las subvenciones
Imagen | joseangel_ap

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Comentarios cerrados
    • Emerico,

      No puedo estar más de acuerdo con lo que comentas y también estoy de acuerdo en que es de muy difícil solución.

      Yo para los casos que es aplicable (prestaciones sanitarias, pensiones, etcétera) soy partidario de un modelo exclusivamente privado de las mismas, como tú bien dicen el estado me quita mi dinero para prestarme el mismo el servicio y como tu bien dices mermado y encima tengo que pagar por los demás.

      ¿Por qué el estado o quien sea tiene que decidir por mí que seguros quiero o cuales no?, ¿y las prestaciones que quiero en cada uno de ellos?, yo apuesto por pagarme yo mismo los seguros que me protejan de futuras posibles prestaciones y entonces es una elección no impuesta, es una elección de libre mercado, en la cual yo decidiría libremente la compañía que me ofrezca el servicio que yo quiera al coste que yo estime conveniente. Y lo más importante, me responsabilizaría de mi mismo y no lo dejaría en manos de “papa estado” que me venga a socorrer.

      CASTILLON

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    • Todos quieren derribar la figura de los "paraísos fiscales". Pero yo digo una cosa: En esos países la hacienda pública te quita poco o casi nada, si no es que nada. Y encima, la calidad de vida de las personas es mucho mejor que en países supuestamente desarrollados, ligándolo a algo que ustedes dos citan arriba "Si te quitan por un lado para dártelo por otro pero reducido"-

      Eso no sucede, por ejemplo en Panamá, donde siempre, tanto empresario como empleado, siempre tiene un poco más y al estado le da para soportar las necesidades de su infraestructura.

      Al final me planteo: ¿Para qué seguridad social, para qué educación pública? Si al final están saliendo una cantidad de esperpentos que no saben ni quién es Colón ni en qué año se creó nuestra constitución? ¿O para que te atiendan de un cáncer de pulmón dos años después?

      Yo también quisiera decidir el tipo de seguridad social que mejor me venga. Y quiero una que me atienda a tiempo y un colegio donde los profesores no sean unos funcionarios que ganan una pasta, que les da igual enseñar con ganas y entusiasmo, porque ellos ya tienen seguro su pan y que los hijos de mis hijos sigan diciendo eso de: sube para arriba y baja para abajo y nadie les corrija.

      Y cuando estos chavales abandonan los estudios no saben otra cosa que estirar la mano a "papá gobierno" y vivir de subsidios por desempleo, cobrar subvenciones que al final no aprovechan porque se la gastan toda el primer día en un botellón de 30.000 personas en el centro de Granada.

      Por cierto, también en esos eventos "papá gobierno" paga: policía, servicios de limpieza urgente, contingentes anti-disturbios. Y todo eso sale de nuestro bolsillo. Yo eso no lo quiero, eso no lo pago.

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    • Avatar de integra Respondiendo a Carmen Gomez

      Tenemos un problema añadido al problema de fondo que planteamos, que es lo que me hace decir que el problema de fondo es irresoluble. El problema añadido es que no podemos elegir, por eso he comentado en alguna ocasión que, por ejemplo la SS, ya no es un derecho en nuestro país, sino una obligación porque nadie puede elegirla, sino que el sistema te la impone. Si no podemos elegir, ¿cómo podemos cambiarlo? Por esto estamos en un callejón sin salida y dependemos del sistema y sus administradores: los políticos.

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    • Avatar de emerico Respondiendo a emerico

      Estoy de acuerdo con lo que planteas pero añadiría que además de que es un modelo que nos imponen nos lo dejamos imponer, es decir, si en España no existiese esa cultura del subsidio y la mayoría no estuviese conforme con ello a la larga se lograría (en mayor o menor grado) cambiar, pues aunque en la actualidad no haya ningún partido político de peso en el país que apueste decididamente por ese modelo si la sociedad empujase a ello existiría, los políticos, el sistema influye pero si no gusta se cambia y si no existe alternativa, se crea, ahora bien creo que a la mayoría de españoles ya les está bien que el estado les “proteja”.

    • Lo que comentas es de un gran calado. La dependencia del Estado que tiene el ciudadano moderno es total, pero lo propicia el propio sistema que crea un efecto de "bola de nieve" de gastos, cuya financiación impide que el ciudadano medio pueda acumular la suficiente riqueza para vivir por sí mismo, porque el Estado quita para dar.

      Si te quitan por un lado para dártelo por otro pero reducido, porque el movimiento de recursos en el ámbito público provoca siempre una merma, lo que único que se consigue es que dependas del que da y quita. Además, el propio sistema induce ineficiencias porque en las transacciones, como demuestra la teoría de juegos de suma nula, todos intentan obtener el máximo beneficio o la mínima pérdida (que te quiten lo mínimo posible y que te den lo máximo). Este problema, que es el fondo de lo que planteas, me parece irresoluble.

    • BUenas,

      Cuando dices:

      "Y es que en nuestro país pensamos que el estado o la administración tienen la obligación de velar por nosotros, pensamos en lo que creemos que el estado debe de hacer por nosotros y no en lo que nosotros deberíamos hacer por nosotros mismos. Nosotros somos responsables de nuestro éxito o de nuestro fracaso, rehenes o esclavos de nuestras ineficiencias, artífices de nuestro éxito"

      Estoy de acuerdo a medias. Me explico: Como ciudadano, tu compromiso es intentar aportar algo a la sociedad, principalmente a través de tu trabajo. Por otro lado, el ciudadano espera y es deber del estado ofrecer unas garantías (léase colchón) para cuando el trabajo falte. Esa es la teoría, todos la conocemos y en mayor o menor medida estamos de acuerdo. Lo malo es al llevarlo a la práctica, el sistema se vuelve perverso, tanto por el uso que los ciudadanos hacen de él como de la falta de control que aplica el estado, por lo que provoca la creación de ciudadanos vagos, que prefieren vivir bajo la protección del estado a aventurarse a trabajar cambiando de actividad o incluso creando su propia empresa. Y tampoco les culpo en exceso, pues la aventura de ser emprendedor en España es bastante más complicada que en otros países.

      La parte en la que estoy de acuerdo es que uno es el único responsable de las cosas que le pasen, sin que quepa culpar a otros de su desdicha (al menos, mientras no ponga medios para solucionarlo). No está bien quedarse en casa lamentándose de que no hay trabajo y esperando mientras a que llegue solo.

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    • Avatar de 1827 Respondiendo a 1827

      Alejandro, yo también estoy de acuerdo en parte de tu comentario pero discrepo cuando dices “Por otro lado, el ciudadano espera y es deber del estado ofrecer unas garantías (léase colchón) para cuando el trabajo falte”, pues yo creo que ni el ciudadano debe de esperar ni el estado debería tener ese deber, para mí el estado debería solo tener el deber de garantizar la seguridad ciudadana, algún servicio básico, muy básico más y nada más, todo lo demás para mi forma de entender en manos de cada individuo.

    • Eso de los subsidios es una reverenda estupides, acostumbras a la gente a estirar la mano,a poner cara de pobrecitos y pedir ayuda por cualquier cosa. Para que me voy a esforzar, que papa gobierno me alimente, me eduque, mantenga a mis hijos (y tengo los que quiero si al final no sale de mi bolsillo su manutencion), que me dalud gratis, casa gratis, todo gratis. Asi las cosas van a empeorar, u si les quitas los subsidios o ayudas gritan y patalean porque son "DERECHOS ADQUIRIDOS"

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