La posibilidad de acceder a la gran cantidad de información y recursos que nos ofrece Internet aporta un gran valor a nuestra trabajo diario. En cuanto a las comunicaciones, el correo electrónico es ya una herramienta imprescindible para la mayoría de las empresas y, el uso de ambas opciones está ya extendido y asentado en la mayoría de las organizaciones españolas.
Este grado de implantación ha traido consigo cierto grado de preocupación en empresarios y trabajadores, que gira sobre todo alrededor de la posibilidad que tienen los primeros de controlar el modo en que emplean las herramientas que la empresa pone a disposición de sus empleados.
¿Puede la empresa controlar el uso de estas herramientas? Sí, puede hacerlo, siempre que haya informado previamente al trabajador sobre ello. Cualquier información obtenida sin que se haya cumplido este deber de información, carecerá de validez en caso de disputa entre empresa y trabajador. Naturalmente, debe constar de alguna forma que cada empleado ha recibido dicha información.
A mí no me convence demasiado el tema del control, sobre todo en empresas pequeñas, en las que la confianza y el buen ambiente (si es que existe, claro) se pueden ver perjudicados si se adoptan medidas de este tipo. Me parece importante dejar cierto margen a los empleados para el uso privado de Internet y correo. Además de tener derecho a ello, todos necesitamos un ligero paréntesis de vez en cuando a lo largo de la jornada, y creo que incluso es bueno para el rendimiento en general.
Tema aparte es si nos encontramos con casos de abuso o de prácticas de riesgo en la utilización de estas herramientas. No es lo mismo utilizar de vez en cuando el correo y navegar para buscar alguna cosilla que estar de chateo toda la mañana y descargando pelis por la tarde. En caso de detectar este tipo de comportamientos, quizá el simple hecho de comunicar que tenemos intención de controlar sea suficiente para ayudar a moderar los excesos que se puedan cometer.
En todo caso, estemos a favor o en contra, disponemos de un buen número de herramientas y sistemas para llevar a cabo estas labores de vigilancia o incluso restricción de uso, algunas ya las hemos comentado y otras las trataremos más adelante, que nunca está de más tener algo a lo que agarrarse si se da el caso.