No es la primera vez que cuando hablo con un autónomo que se muestra contrario a renunciar a su cuenta de correo personal para la gestión de su ámbito profesional. Se trata de un problema de separación de vida personal y laboral. Y en muchos casos es complicada la gestión, puesto que se ha iniciado la actividad a través de la red de contactos personales, lo que provoca que sea difícil separar la cuenta de correo personal y de empresa para el autónomo.
El principal problema es que los negocios no se inician de la nada. Los clientes en muchos casos ya existían y contactaban con nosotros antes de tener nuestra alta profesional como autónomos. Y luego aunque nos planteemos el cambio a un correo profesional, ligado a nuestro propio dominio se hace complicado migrar a todos los clientes, hacer que todo el correo nos llegue a la nueva cuenta.
Además muchos autónomos desconocen las posibilidades de gestión de varias cuentas de correo de forma simultánea. De esta manera aunque recibimos el correo de un cliente en nuestra cuenta personal, le podemos contestar con nuestra nueva cuenta profesional, desde donde además le notificamos el cambio. Para el autónomo no tiene por qué suponer una merma de la productividad. Y es sencillo de realizar, ya sea a través de redirecciones de correo o con un gestor de correo tipo Outlook.
El cliente añadirá la nueva cuenta de correo a nuestro contacto y también mantendrá la cuenta personal que ya tenía disponible. El resultado que tenemos que conseguir es que poco a poco la relación de correos electrónicos que recibimos en nuestra cuenta personal vaya disminuyendo y los que recibimos en la cuenta profesional vaya en aumento, hasta poder prescindir de la cuenta personal en la gestión diaria. El proceso de migración será lento, por lo general.
El correo profesional, ligado a nuestro propio dominio, además de dar una imagen más seria nos ayuda a ir creando nuestra marca personal. Que toda la comunicación quede enfocada hacia nuestra persona, ligada a la actividad que desarrollamos como autónomos. Y esto nos ayuda a conseguir nuevos clientes.
A veces es complicado cambiar de hábitos. Pero como todas las empresas que comienzan los inicios no son fáciles. Dejar de usar la cuenta de Hotmail, que algunos mantienen desde hace años, para pasar a otra profesional a muchos les cuesta. No ven la necesidad. Pero lo cierto es que es mejor hacerlo desde el principio que tener que realizarlo una vez lanzado el negocio.
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