El uso de aplicaciones en la nube, trabajar con smartphones como si fueran portátiles, las tablets, el BYOD o el teletrabajo... es el futuro que ya está aquí, las tendencias en la tecnología aplicada al trabajo que buscan hacernos más productivos. Pero lo cierto es que la empresa no entiende de modas en tecnología.
Porque que muchos casos nuestra empresa está apegada a un modelo de trabajo tradicional, en una oficina con un horario de atención al público determinado. Y en estos casos lo que menos queremos es poder trabajar desde casa, por ejemplo, sino todo lo contrario, echar el cierre y olvidarnos un poco de todo.
En otros casos tal vez nos gustaría adoptar modelos de trabajo más flexibles, pero es la propia infraestructura que ya tenemos la que lo impide. O al menos la posibilidad de amortizarla y seguir sacándole partido. Si tenemos nuestro propio servidor, no vamos a buscar aplicaciones en la nube, para trabajar desde cualquier lugar. No cambiamos equipos de sobremesas por portátiles o la BlackBerry por un phablet...
De esta manera se cumple una especie de círculo vicioso en la renovación de la tecnología que muchas veces hace que se vaya renovando poco a poco, pero impide que se vaya evolucionando hacia otras formas de trabajo que podrían ser beneficiosas para nuestra organización.
La empresa realiza sus inversión en herramientas tecnológicas pensando en un rápido retorno de la inversión. Para ello es fundamental tener los pies en el suelo y saber que es más interesante para nuestro modelo de negocio y cómo vamos a ser más productivos trabajando.
Lo que si es interesante es pensar cómo nos gustaría trabajar en el futuro, planteando diferentes escenarios en función del volumen de trabajo que tendremos. De esta forma podemos ir dando pequeños pasos que finalmente transformen nuestra empresa a medio plazo, pero siempre con los pies en el suelo.
En Pymes y Autónomos | ¿Tienes miedo a implementar la tecnología en tu empresa?
Imagen | Kārlis Dambrāns