Un reciente estudio de la OCDE (Organización para el Desarrollo y Cooperación Económica) sitúa el coste de la banda ancha en España como el más caro de los países de la OCDE, si tenemos en cuenta el precio de la banda ancha sumada al precio del coste de línea. De este modo las empresas tienen la banda ancha más cara que el resto de empresas competidoras de su entorno.
Cuando como país oímos constantemente hablar en distintos foros a representes del espectro político aportar por la innovación, como modelo para salir de esta crisis estos datos no son más que una bofetada y vuelta a la realidad. Porque al final, el precio y la calidad de las líneas de banda ancha acaban por lastrar todo el modelo productivo de una empresa que trate de ser innovadora.
¿Cómo va a apostar una pyme por una solución en la nube, si resulta que este mismo modelo de negocio le sale comparativamente más caro que el de su vecina del otro lado de la frontera? Esto por no hablar de la calidad de la línea, donde tampoco salimos bien parados. Y esto a su vez significa que cuando tienes que contratar una línea de alta capacidad, con buena velocidad de subida acabas eligiendo una oferta más alta en previsión de recortes de calidad de servicio.
Los países que ofrecen mayores velocidades tienden a tener también un precio más bajo, con Suecia (0,09 euros) y Finlandia (0,15 euros) como los más competitivos. Sin embargo nosotros tenemos que pagar 1,16 euros por lo mismo. Desde luego esta no la manera de apoyar al sector productivo para tratar de salir de la crisis apostando por la innovación.
Vía | XatakaON
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