Hace pocos días, al despertar y hacer una de las primeras cosas que un buen adicto a los gadgets tecnológicos que se conectan a Internet como yo hace cada mañana al despertar (tal y como mandan los cánones del buen adicto que es aquello de que antes de abrir los ojos ya debes estar buscando el portátil o el Smartphone para mirar entre otras cosas el correo electrónico, la prensa y el Facebook antes de desayunar) miré como siempre todas las novedades en mis redes y existe una que traspasa al ámbito empresarial y la quiero comentar.
Un contacto mío en el Facebook, que a la vez es un buen amigo en la vida real, me sorprendió al abrir yo mi Facebook y comprobar que él había puesto una frase que decía algo así “he enviado un fax, ¡que fuerte!”, él lo puso en tono de broma, pero lo que subyace de su comentario es algo mucho más profundo, interesante y que afecta directamente a como las empresas y los profesionales se deben reciclar permanentemente.
Esta persona de la que hablo es una persona de entre un lustro y una década menos de edad que yo, es decir que si yo tengo 32 años, él debe de rondar actualmente por encima o por debajo los 25, pero en tan pocos años la tecnología ha cambiado tanto que mientras yo aun recuerdo el fax como algo tan habitual para comunicarnos con otras empresas, él ya lo ve como un instrumento arcaico, y esa es la grandeza del avance tecnológico, el problema son aquellos que siguen instalados en la era del fax y no saben adaptarse a las nuevas realidades.
Este chico es un adicto a la tecnología y que se dedica a ello profesionalmente, así que no entiende otro lenguaje, yo soy una suerte de mezcla de snob y pijo que se ha adaptado a todo el lenguaje tecnológico y lo usa intensivamente precisamente para no quedarme nunca atrás en los tiempos, pero no soy un nativo digital. Pero la reflexión es que ni él ni yo nos quedaremos fuera del mercado, pues uno porque ya es de ese mercado de forma natural, y el otro porque es medio nacido en ese mercado y el otro medio no nativo se ha esforzado en asumirlo completamente, hace que ambos vivamos esa realidad. Pero esa no es la realidad general de todas las empresas y autónomos de nuestro país, ¿nos subimos todos al carro de la era digital?, ¿y nos vamos subiendo a todos los carros que vienen sin quedarnos nunca atrás?
En Pymes y autónomos | El 42% de las pymes no tiene conexión a internet y un 33% no tiene ordenador
Imagen | Abhisek Sarda