Facebook es una herramienta que utilizan cada día más las empresas para que les ayude a ser más conocidos. Tanto si el objetivo es aumentar las ventas online, como si lo que buscan es atraer a los clientes a su negocio local, la red social les puede ayudar a lograrlo. Pero muchos no lo consiguen sobre todo por desconocimiento y hoy vamos a ver once errores de base que muchas empresas cometen en Facebook.
En muchos casos estos errores se comenten al principio, por lo que si tardamos mucho en darnos cuenta, iremos lastrando las posibilidades de la red social para articular el marketing online a través de ella. Facebook dispone de páginas de ayuda para los negocios para ayudarnos a iniciarnos y resolver todas las dudas que puedan surgir.
Los errores de principiantes en Facebook
Vamos a ver alguno de los errores más comunes:
No crear una página de empresa y realizar las comunicaciones a través de nuestra página personal, donde se mezcla información personal, con información de negocio. Además de ser gratuita la creación de una página de empresa nos va a permitir tener la foto de portada, de perfil, donde puede ir el logo y la información de contacto para que puedan encontrar nuestro negocio de forma sencilla.
No tener clara la audiencia a la que se dirige la página, de manera que es muy complicado que el objetivo que fijamos se cumpla. No podemos procurar dirigirnos a todo tipo de público, y es mejor encontrar nuestro nicho de mercado.
Escribir mucho texto y pocas imágenes donde los fans de la página al verlo consideran que van a tardar mucho tiempo en leerlo y pasan de largo. Mejor textos breves siempre acompañados de imágenes llamativas, vídeos, etc.
No actualizar la página de forma regular ya sea publicando periódicamente o programando los mensajes. No se trata de estar todo el día pendiente, pero tampoco de dejar la página abandonada durante semanas.
No responder a los fans o interactuar con ellos. Facebook no es un canal unidirecional, donde nosotros enviamos los mensajes a los seguidores, sino que está pensado para conversar con ellos. Esto es algo que debemos asumir antes de empezar.
Entrar en discusiones y polémicas públicas con los clientes o seguidores. Siempre habrá alguien que no esté contento, salidas de tono, etc. Tenemos que tratar de reconducir la situación lo mejor posible y a ser posible en privado para que la solución sea satisfactoria para ambos.
No incluir llamadas a la acción en los mensajes promocionales de manera que el seguidor que los lee tenga claro que los productos o servicios que hemos mostrado son para él y les anime a tener más información.
No crear una página de aterrizaje que nos ayude a monetizar las conversiones que hemos logrado. Mejor que dirigir a la home de nuestra página web debemos dirigirlos a una página creada específicamente para que al llegar sólo tengan la opción de comprar o solicitar más información de los mismos.
No conocer las reglas de la red social que en muchos casos puede provocar que además de molestar a los usuarios, Facebook pueda cerrar nuestra red social. No sería la primera vez, ni seguramente será la última.
No convertir en subscriptores a nuestros fans para luego poder trabajar de forma más adecuada a través del marketing por email, que tiene mejores resultados que las acciones llevadas a cabo por las redes sociales.
Medir los resultados en función del número de fans no en función de las conversiones que hemos conseguido. El objetivo no es tener muchos seguidores, sino más bien que estos seguidores lleguen a nuestra web o compren en nuestras tiendas online.
Facebook es una herramienta tremendamente útil para las empresas, pero es necesario tener una estrategia previa para que los esfuerzos que dedicamos a la página den sus frutos. En todo caso siempre podemos asesorarnos desde la propia red social para obtener mejores resultados. Y vosotros, ¿qué errores cometisteis cuando al empezar con Facebook en vuestras empresas?
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