Cuando un sistema operativo ha tenido una larga vida y gran éxito en la empresa como ha ocurrido con Windows XP se pueden generar problemas a la hora de renovar nuestros equipamientos informáticos que ya nos vendrán equipados con Windows 7 o la posibilidad de actualizarnos a este sistema. Los cambios que notará el usuario normal son importantes pero no insalvables pero además tendremos que comprobar en que medida el software que estamos utilizando es funcional en el nuevo sistema operativo. Por eso es necesario preparar la empresa para la llegada de Windows 7.
Lo más importante es comprobar en que medida el cambio puede afectar a nuestros sistemas. ¿Podré seguir utilizando mi ERP o mi CRM sin problemas? Pues depende, hay software que no es compatible con el nuevo sistema operativo o que simplemente no funcionará adecuadamente. La empresa no puede afrontar un cambio de esta transcendencia sin haber realizado antes alguna prueba al respecto. Da igual el tamaño de la empresa, puesto que si hablamos de una micropyme de 5 empleados y uno cambia significa que un 20% de la empresa está parada. ¿Cómo se puede preparar la empresa en este sentido? Pues fundamentalmente estableciendo un sistema de pruebas, ya sea en un ordenador piloto para ir utilizándolo y probando todos los componentes aprovechando las hora valle, o las épocas en las que la actividad de nuestra empresa es menor. Para ello Windows tiene disponible la posibilidad de probar hasta Junio de 2010 la versión de prueba candidata a convertirse en el nuevo sistema operativo Windows 7.
Podemos descargarla e instalarla en uno de los equipos de nuestra empresa y cargar todo el software que tiene un puesto de trabajo habitualmente para comprobar las incompatibilidades y que el usuario se vaya familiarizando con los cambios de sistema operativo. Si tenemos particiones en nuestro disco duro podemos instalar además de nuestros sistema operativo actual, Windows 7 y a la hora de iniciar el equipo nos dejará elegir entre uno y otro.
Otra opción es utilizar un ordenador para realizar las pruebas, pero como Windows 7 tiene unos requisitos de hardware importantes, lo normal es que las pruebas realizadas en equipos antiguos, con poca memoria y procesadores mononúcleo no funcionará correctamente, irá muy lento y apenas nos servirá para sacar unas pocas conclusiones.
La última opción consiste en utilizar las plataformas de virtualización para instalar el sistema operativo dentro de nuestro ordenador sin alterar su funcionamiento y nos permitirá emular un ordenador con Windows 7 dentro de nuestro ordenador y podemos probar todo tipo de software, funcionalidad, etc para poder afrontar los problemas que nos encontraremos en la migración.
Como siempre que se hace un cambio de este tipo, los problemas van saliendo con el uso, así que no esperéis que después de una semana trabajando hayáis resuelto todos los inconvenientes. Seguro que habéis avanzado mucho en la integración de los sistemas pero no estará todo resuelto. Lo importante es estar preparado para cuando llegue el momento de cambiar, ya sea un equipo o un grupo de ellos, y no dejar inoperativos estos puestos porque nuestro ERP no se puede utilizar en Windows 7.
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