Son muchos los libros que se han vendido a lo largo de los años donde el 'protagonista' era el NO. Saber decir no. Cómo gestionar situaciones en las que regalar un no a una persona, no resultara ni estresante ni una carga de sentimiento de culpa.
Es imposible agradar a todo el mundo. En lo personal y en los negocios. Cuando nos convertimos en trabajadores, compañeros o amigos que nunca saben decir no, al final sólo lograremos cargarnos de proyectos o compromisos que no podremos cumplir.
Imaginemos a una persona que trata de establecer una relación cordial con un nuevo amigo. Detesta acudir a museos, pero por agradar y resultar simpático, acepta.
Lo más grave en esta situación es que el sujeto pierda dos horas de su vida, o quizás le agrade algún cuadro de lo que vea, pero la sensación que le quedará es la de haber hecho algo por obligación.
Una obligación que se ha impuesto. Su incapacidad para decir no, le llevará a vivir momentos similares, y ese intentar agradar sólo demuestra una inseguridad y temor para imponer sus opiniones o gustos.
Traslademos el escenario al trabajo
Decir sí en el contexto laboral conllevará una carga de trabajo extra. ¿La razón? Un jefe que observa a un empleado siempre dispuesto a colaborar en cualquier proyecto, le otorgará cada vez más responsabilidades.
Sin dejar de cumplir con nuestras obligaciones, deberíamos evitar dar excesivas explicaciones cuando por alguna razón, nos resulte imposible realizar una tarea. Saber defender un no, es sinónimo de confianza y un buen gerente lo agradecerá.
Apuesta por la comunicación. No hay que dar por sentado que los demás nos leerán el pensamiento, ni que tendrán una mala reacción ante nuestra negativa. Un no bien argumentando evitará un trabajo final de peor calidad.
En cuanto a las relaciones con los compañeros, también mejorará. Confundir el compañerismo con hacer las tareas de los demás, es un error que conllevará un desgaste emocional. Como a los buenos amigos, un 'no' a tiempo, demostrará que tienes tus propias opiniones y un espacio que deben respetar. Empezando por uno mismo.
Conclusión
Atreverse a decir no será positivo para ti y para el desarrollo de tu trabajo. Requiere un entrenamiento y tener un concepto claro: fuera el sentimiento de culpa.
Tómate tu tiempo antes de involucrarte en un proyecto. Esta técnica te hará ganar tiempo para encontrar una respuesta (siempre educada y gentil) con la que argumentes la razón para no poder colaborar. Las respuestas rápidas, sin meditar antes si te cuesta ser asertivo te harán caer en un 'sí' que no deseas y que te hará sentir mal a la larga.
Huye de las justificaciones. Si uno no puede, no puede. A más justificaciones, más valor le quitarás a tu negativa.
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