Aún siendo economista, la definición con la que me siento más identificado de mi profesión es la de que economista es quien explica hoy lo que no supo predecir ayer.
Eso viene a colación de las recientes declaraciones del Gobernador del Banco de España, el Sr. González Linde, al indicar que España en 2014 crecería alrededor un 1,2%, incrementando en dos décimas las previsiones del Gobierno. Apuntando, además, que este año habría creación neta de empleo.
Estos buenos presagios, que más bien parecen una declaración de buenos deseos hay que cogerlos con pinzas porque el Banco de España haciendo previsiones es nefasto y su departamento de análisis el peor de todas los organismos con diferencia.
Esto no lo digo yo, aunque también, quien lo pone de manifiesto es Esade con una publicación que personalmente me gusta mucho y que es la Diana Esade (PDF). Este es un informe que recopila las previsiones, de PIB y EPA, de los principales organismos nacionales e internacionales y su acierto o desacierto en las previsiones.
De forma reiterada quien menos acierta, por exceso de optimismo, es el Banco de España seguido de cerca por las previsiones del Gobierno y, a cierta distancia, por la Comisión Europea y FMI, un poco más acertadas, aunque no mucho, son las previsiones de la OCDE.
Personalmente creo que jugar con las cifras es contraproducente, lo es para una empresa, una economía familiar y para un Estado en general. Si tenemos en cuenta que las empresas y la cuidadanía en general estamos ávidos de buenas noticias, la mejor forma de levantar la moral ciudadana no es jugar con las cifras si no en generar las condiciones para que el dinero se mueva, el consumo se reactive y la economía crezca.
En definitiva, en este círculo virtuoso de optimismo que emana del Gobierno y de los organismos oficiales, y que manifiestan en sus previsiones, lamentablemente no se corresponden con la realidad porque intencionadamente o no, la verdad, es que no dan ni una.
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