Uno de los negocios que está tomando mayor impulso en esta era de los gadgets es el diseño y distribución de aplicaciones móviles, más conocidas por Apps, que muchos ven como la gallina de los huevos de oro dado el gran número de usuarios potenciales a los que estas pueden llegar.
Pues bien, este tipo de negocios, al igual que sucede en otros tantos, se han de enfrentar un difícil proceso que para nada es un camino de rosas, ya que detrás de estos proyectos hay mucho trabajo, que como indica el fundador de The App Date, Óscar Hormigos, se resume en:
Nosotros estamos intentando que la gente entienda que el proceso de creación de una App no solo es programarla y diseñarla; hace falta primero un modelo de negocio, un plan de explotación, un plan de comunicación, un seguimiento.
En nuestros entornos últimamente se suele escuchar a un aventurado pronunciar frases del tipo "voy a diseñar una App y con los ingresos me voy a retirar", "una App deja mucho dinero", etcétera. Dándome la sensación de lo que se busca es el dinero fácil, ignorando el trabajo y el esfuerzo que tantos profesionales del sector invierten en que algún día la solución que proponen sea una realidad.
Con el tiempo, poco a poco se va definiendo cuáles son las experiencias que llegan a convertirse en éxito y las que no. Y quizás muchos esfuerzos no se vean recompensados, pero lo que es seguro, es que el éxito solamente es una meta para los proyectos sustanciosos que no han dejado azar ninguno de los factores que se han señalado.
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