La externalización de servicios o outsourcing es un proceso por el que ciertas actividades que no se consideran esenciales son subcontratadas a una compañía de servicios que aporta los medios técnicos y humanos para la correcta realización del servicio subcontratado.
Aplicar procesos de outsourcing permite, sobre todo, convertir costes fijos en variables. Además, dependiendo del proceso que se externalice y a quien se externalice se pueden lograr ventajas competitivas en precio, mejoras del rendimiento en el servicio e incluso, el acceso a tecnologías específicas.
Con el escenario económico actual las empresas están teniendo en consideración la externalización, así por lo menos lo pone de manifiesto los datos del estudio realizado por Adecco. Así, un 66,6% de las empresas usuarias de outsourcing ha decidido mantener (45,6%) o aumentar (20,9%) la demanda de estos servicios. El resto (33,3%) se han decidido por prescindir de este sistema.
Por áreas funcionales, la mayoría de las empresas, 33, 8% de las compañías encuestadas, la emplean la externalización de la producción. A continuación, se situarían la de servicios generales (25,26%), y después, los recursos humanos con un 24,73%. Por el lado contrario, las áreas con menor tendencia a la externalización son ventas-marketing (6,98%) y finanzas (6,45%).
En definitiva, como decía Coase en su Teoría delos Costes de Transacción, una empresa ha de comprar fuera todo lo que le resulte más económico que producirlo por sí misma, y en definitiva, este es uno de los principios en los que se basa el outsourcing y uno de los criterios para tomarlo en consideración como opción.
Vía | Adecco En Pymes y Autónomos | Outsourcing Imagen | Lumaxart