El reto hacia una nueva sociedad civil: la reforma más necesaria

El reto hacia una nueva sociedad civil: la reforma más necesaria
4 comentarios
HOY SE HABLA DE

Hace algún tiempo, concretamente el pasado mes de enero, en el Hotel Palace de Madrid, tuve la oportunidad de asisitir a un encuentro de empresarios organizado por APD (Asociación para el Progreso de la Dirección) con el título “Nuevos valores, nuevos liderazgos, hacia el reforzamiento de la sociedad civil”.

El encuentro resultó ser más satisfactorio de lo que a priori pude sospechar dada la calidad excepcional de los ponentes, entre quienes destacaban, Antonio Garrigues (Presidente de APD), Fernando Savater (Filósofo), Javier Fernandez Aguado (Experto en Management) o Isidro Fainé (Presidente de La Caixa), por mencionar algunas de las caras más conocidas.

El encuentro trataba sobre la decadencia de la sociedad civil contagiada entre otros por: * Una enorme apatía y pasividad política, sin distinguir entre colores. * La indolencia de algunos agentes sociales (entre quienes destacan los sindicatos) * Una desconfianza del empresariado tanto en el presente como en el futuro que evoca el peor de los presagios.

Se analizaron las causas que han llevado a esta situación, destacando entre otras: * Una obsesión contagiosa de vivir para el trimestre, obviando la prudencia interpretada como la capacidad de ver lo que ocurrirá a largo plazo. * La pérdida de la ética y los valores empresariales, entendiendo estos conceptos como la integridad de hacer las cosas con rigor y con esfuerzo, rehuyendo de los caminos fáciles guiados por una ambición desmedida.

La actualidad económica no para de girar acerca de la Ley de Economía Sostenible, de los Pactos de Zurbano, etc. Todo ello está muy bien porque lo que resulta incuestionable es que España necesita empresas más competitivas y un sistema productivo mucho más eficiente. Tan necesario como todo esto no hay que obviar que también se requiere una gran reforma social y que implique modificar nuestra propia actitud frente a la realidad que nos rodea exigiéndonos un mayor nivel de compromiso social y deshechar tópicos desfasados como es el hecho de cambiar la cultura del pelotazo por la del esfuerzo. Algo así como dejar de pensar que pueden hacer los demás para solucionar la situación y empezar a pensar que podemos hacer nosotros para ayudar a mejorarla.

Esta actitud es poco mediterránea, y en particular poco española, porque siempre nos acogeremos para defender nuestra apatía por cambiar las cosas en lo burocratizada que está la Administración y lo descoordinada, lo desincentivadora que resulta la normativa laboral para la contratación, lo inadecuada que resulta el marco fiscal para la creación de empresas o la inversión en innovación, lo desmotivamente que resulta pagar impuestos dada la elevada corrupción de las entidades públicas que cada día son noticia, etc.

Lo que es cierto que si no nos ponemos pronto a reflexionar sobre cuales son nuestras obligaciones como empresarios, como trabajadores y como ciudadanos, a pesar de todas las imperfecciones y carencias del contexto en el que nos desenvolvemos, y no nos ponemos a mejorar cada uno de nosotros, comenzando a ser exigentes los primeros con nosotros mismos, pensar que la solución a todos nuestros problemas será mediante reformas publicadas en el BOE es una quimera.

Imagen | juliejordanscott
En Pymes y Autónomos | Cree en ti mismo, El liderazgo puede mover empresas (I), El liderazgo puede mover empresas (II)

Temas
Comentarios cerrados
    • Coincido contigo en esa visión a corto plazo de la mayoría de los pequeños empresarios en la actualidad, debida a esa "una obsesión contagiosa de vivir para el trimestre" que mencionas. Tiene su lógica: muchos no saben si resistirán muchos meses más...

      Cambiar el chip es difícil, ser empresario requiere muchas más cualidades y propósitos que simplemente llamarse así.

      En cuanto al contexto, es obvio que necesitamos muchos cambios, sociales, laborales, económicos, y ¿por qué no? culturales y educativos.Pero desde luego el primer cambio ha de ser la gestión de nuestra propia empresa.

      Buena reflexión; aporta frescura en redacción y planteamiento a la línea de estos últimos posts que venimos leyendo en este blog.

      Saludos

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de 384 Respondiendo a mare

      Me gustaría matizar lo que indicas al final del primer párrafo, ya que si bien es cierto que en la actualidad es así por la exigencia de la situación, el problema radica en que esta misma actitud es la que se practicaba en los momentos de mayor prosperidad y crecimiento económico. Entonces los empresarios en lugar de capitalizar sus negocios de cara a fortalecerlos para un futuro más incierto actuaron como si el ciclo de expansión fuese a ser inagotable. Mi preocupación radica en que el empresario español no es consciente de la función social que desempeña y es incapaz de transcender del mero hecho del lucro personal.

    • Me parece muy bien lo expuesto, pero no puedo estar de acuerdo con lo de "pensar que la solución a todos nuestros problemas será mediante reformas publicadas en el BOE es una quimera". A la vista está que en vez de quimera, es un disparate; salvo para los grandes (ahí están las electricas abusando, BOE en mano, del consumidor, y la banca y las telecomunicaciones idem de idem, por no hablar de la propia administración), el BOE contiene un problema para cada solución.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de emerico Respondiendo a emerico

      Estoy plenamente de acuerdo con tu punto de vista. Tal y como se suceden los acontecimientos es inevitable pensar que cada propuesta que se publica en el BOE representa un nuevo problema.

    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información