El mejor consejo que le puede dar un padre a su hijo que quiera emplearse y no quiera emigrar fuera de España es, posiblemente, que prepare una oposición y trabaje para el sector público, con un trabajo asegurado y garantizado de por vida. Más sencillo aún, que se afilie a un partido político o un sindicato e intente ascender en él y vivir de las subvenciones públicas a costa del resto de contribuyentes.
Ante la falta de empleo privado, existe una alternativa que ningún padre responsable que esté al día de la situación económico-política de nuestro país le daría a su hijo: hacerse emprendedor, arriesgar nuestros capitales y comenzar nuestra primera aventura empresarial. En España, parece que la situación se está revirtiendo, puesto que ya hay más jóvenes dispuestos a emprender que a hacerse funcionario.
Y es que, según un estudio de Young Business Talent, el 35% de los encuestados le gustaría emprender para labrarse un futuro profesional, superando en tres puntos porcentuales a la opción que, hasta ahora, había sido la preferida por los jóvenes españoles: ser funcionario.
No obstante, los españoles siguen siendo los menos emprendedores de entre todos los jóvenes encuestados. En Italia, por ejemplo, existe una cantera emprendedora mucho más grande, con un 58% de los jóvenes queriendo constituir su propia empresa.
Aunque el paradigma del joven estudiante español está cambiando, todavía queda mucho camino por recorrer. Se nota en el ambiente que la situación económica está mejorando y así se refleja en el ánimo de nuestros jóvenes.
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