Es muy difícil diseñar productos para clientes específicos. Muchas veces, la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo mostramos. Esta filosofía de Steve Jobs, demuestra que, en ocasiones, damos mucho valor a lo que el cliente quiere y si nuestra propuesta o producto es realmente innovador la probabilidad de que lo demanden es realmente baja.
Puede ser muy rentable enfocarse en la creatividad en lugar de en el estudio del mercado. Cada vez lo vemos más en los negocios, ignorar a los clientes y sus necesidades puede hacer que tengamos una ventaja competitiva basada en la innovación. Trabajar en una empresa que se nutre de creatividad ofrece una ventaja competitiva realmente significativa.
Claro que todo proceso creativo está impregnado de una información básica que debe venir del mercado, desde el número de potenciales interesados, hasta algunas características previas. La información de los clientes a menudo puede ser una guía del proyecto para empresarios, desarrolladores de producto, diseñadores y comercializadores hacia los problemas, hacia lo que al cliente preocupa, pero debemos evitar que sea utilizada para dictar la solución.
Para poder centrar el ámbito de nuestra investigación responder a estas preguntas puede ser útil: ¿Qué tipo de cosas se mueven a los clientes?, ¿Qué elementos sirven para fijar un impacto duradero?. Si además incorporamos la información demográfica estamos en el camino de la comprensión de las expectativas del cliente y sus puntos de vista. Observe , no sólo escuche o pregunte, en numerosas ocasiones no verbalizamos lo que queremos y simplemente actuamos de manera muy diferente a cómo decimos.
Con estos objetivos en mente, las empresas pueden recopilar información valiosa de sus clientes sin que interfieran en su proceso creativo.
En Pymes y Autónomos | La creatividad en la empresa no siempre es pretendida Imagen | Tsahi Levent-Levi