Falta de ambición de los emprendedores españoles

Falta de ambición de los emprendedores españoles
10 comentarios
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A los emprendedores españoles les falta ambición“, esta es la afirmación más concluyente que hace Kenneth P. Morse, fundador del MIT Entrepreneurship Center en el artículo publicado en 5 Días. Morse ha fundado seis compañías tecnológicas, entre ellas 3Com y Aspen Technology, y levantó desde cero en 1996 el Entrepreneurship Center del Massachusetts Institute of Technology (MIT),

Su afirmación hace referencia a la poca disposición de los empresarios españoles a salir a mercados exteriores, se conforman con el mercado local y, como mucho, algún intento en Latinoamerica. Esto es debido en parte a un factor cultural y aumenta el riesgo de que estas pequeñas empresas pasen a depender de otras más grandes. Estas declaraciones se refieren a los emprendedores tecnológicos aunque, probablemente se podrían extender a el resto de sectores.

Yo identifico tres tipos de emprendedores, el primero es el emprendedor que desarrolla su proyecto empresarial con intención de capitalizarlo, ponerlo en marcha y rentabilizarlo, para posteriormente venderlo y obtener una grandes plusvalías. Su idea no es la permanencia en la empresa si no hacerla atractiva para atraer compradores, por lo que no tiene una ambición empresarial más allá de esa obtención plusvalías.

El segundo es el emprendedor de medio de vida, este tipo sólo pretende que su negocio genere lo suficiente para su subsistencia. No se plantea el crecimiento empresarial, ya que no pretende que ese negocio sobreviva más allá de su propia actividad laboral.

Estos dos modelos sí tienen una carencia evidente de ambición empresarial, uno busca el beneficio rápido y el otro no complicarse la vida si su actividad le da para vivir, si consigue dar con un modelo que funciona no se preocupa de lo que hay más allá.

Hay un tercer modelo, el emprendedor que tiene una vocación de que su empresa perdure. Este es el que realmente busca un modelo que vaya evolucionando, el que puede crear empleo, el que innova, el que puede plantearse buscar nuevos mercados, crear alianzas, internacionalizarse.

El primer grupo es un modelo que ha tenido una gran expansión con la “cultura del pelotazo”, pero en el contexto actual va teniendo menos recorrido. Desde mi punto de vista, la mayoría de los empresarios de las pymes españolas y, por supuesto, los autónomos están en el segundo grupo.

Parte de la situación de las pymes españolas se deben, precisamente, a que no se sigue el tercer modelo. Este tercer modelo permite diversificar el riesgo, al posicionarnos en varios mercados evitamos esa dependencia del mercado interno, de la Administración Pública o de factores estacionales que han llevado a la desaparición de muchas pymes en el transcurso de esta crisis. A veces un poco de ambición no sólo es recomendable, si no que es necesaria.

En Pymes y Autónomos | La poca cultura empresarial
Imagen | OestePURPURA

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Comentarios cerrados
    • Cuidado, no tiene nada de malo pertenecer al segundo grupo, ni tan siquiera al primero. Lo que quiero decir es que en el caso del segundo grupo, muchas veces el empresario no quiere complicarse la vida y prefiere buscar el modelo que le funcione y no ir más allá. También se crea empleo y, en ocasiones, se innova, lo que ocurre es que puede haber cierto conformismo en conseguir lo mínimo indispensable y quedarse ahí (que ya es bastante)

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    • Avatar de misterempresa Respondiendo a Mister Empresa

      Es que en lo que no estoy de acuerdo es que sea cuestión de conformismo.

      Es cuestión de cumplir con los objetivos que cada uno se marca en función del tipo de vida que quiere llevar.

      Y es más, este enfoque no sólo no es conformista, sino que a veces es más difícil llevarlo a cabo que dejarse llevar por la rueda en que estamos todos metidos.

      Pero no sólo digo que eso sea bueno a nivel individual, sino que además lo defiendo a nivel social. En un entorno en el que las empresas más fuertes no son las más grandes sino las más rápidas, la ambición no tiene nada que ver con el crecimiento y el tamaño, sino con la flexibilidad y la adaptación.

      Defiendo que hay que luchar para conseguir lo que queremos, en mi caso no es lo mínimo indispensable, es lo necesario, nada más. Y nada menos.

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    • Avatar de procrastiman Respondiendo a procrastiman

      A ver, no nos demos por aludidos. Como comprendereis podemos pecar de generalizar, cosa que odio, pero en casi inevitable. Por supuesto dar el salto entre el segundo y el tercer grupo no sólo es cuestión de querer, si no de poder. No todo el mundo se puede permitir, o tiene capacidad, para crecer. En parte, a lo que me refiero en el post, es a algo que se ha puesto de manifiesto ahora con la excesiva morosidad del sector público. Ha habido muchas empresas que una vez que han metido la cabeza en los concursos públicos se han "conformado" con esa vía de negocio y han dejado las demás, ahora la administración no paga y como trabajan casi en exclusividad para la Administración, ni tienen posibilidad de generar más negocio fuera de ese circuito ni pueden subsistir ante la demora de los cobros. Lo de la falta de ambición es, si quereis, un titular. Pero, de verdad, no tiene nada de malo pertenecer al segundo grupo, lo que sí que puede suponer es cierta vulnerabilidad a situaciones como las que vivimos actualmente.

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    • Avatar de misterempresa Respondiendo a Mister Empresa

      no es por alusión, es por desacuerdo

      y no es por defender un caso particular, sino una visión general

      Tú asocias ambición a crecimiento y expansión y además dices que es necesario. Yo digo que la ambición necesaria es otra (más asociada al modo de vida que elige cada uno) y que la creación de grandes empresas que crecen y se expanden no tiene porqué ser lo mejor para la sociedad en su conjunto.

      Y por supuesto tampoco es garantía de invulnerabilidad ante determinadas situaciones. Ante algunas sí (las que tienen que ver con temas financieros) pero en otros casos (temas de flexibilidad, velocidad, adaptabilidad...) más bien todo lo contrario.

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    • Lo que no ve Kenneth P. Morse, que para una empresa Española es mucho más complicado ser competitiva con la carga fiscal que tenemos actualmente. Si yo intentase vender en Francia, lo lógico ( en mi caso), para competir con el mercado local, tendría que montar otra fábrica alli, lo que me supone una inversión 100% superior a todo mi activo. Simplemente el sistema de nuestro país no ayuda mucho a una pyme a crecer. Además ya de por sí ya es jodido expandirse en España. Ganas no faltan. Si hace 5 años, se me diese por expandir ahora tendría 15 trabajadores fijos mas, que ahora que no hay trabajo y nos inflan a impuestos, no los echa ni Dios.

    • Pues qué quieres que te diga, yo soy del segundo grupo (bueno, en realidad aspiro a serlo, para mi la subsistencia es en estos momentos todavía un objetivo a alcanzar) y no veo qué hay de malo en ello. No sé si es falta de ambición o una visión diferente de las cosas, pero ampliar mis objetivos más allá de lo que necesito para vivir (aquí el nivel será diferente para cada uno), simplemente no me compensa. Hay muchas más cosas en este mundo que quiero degustar además del trabajo.

      Ojo, eso no significa que no tenga que estar aprendiendo, innovando y evolucionando constantemente. Tengo claro que el día en que deje de hacerlo va a ser mucho más complicado mantener ese equilibrio entre vida laboral y personal que antes apuntaba y tengo como objetivo claro.

      Y puede que no esté creando empleo directamente, pero colaboro con gente que está en una situación parecida a la mía. Les paso trabajos (igual que ellos a mi) nos ayudamos, apoyamos y compartimos proyectos a los que no podríamos acceder de forma individual. Así que también creo que aportamos nuestro grano de arena al fomento del empleo y al reparto del trabajo.

      Y así como yo veo el futuro, creo que sería muy positivo que hubiera más gente que se planteara que se puede trabajar para vivir en lugar de vivir para trabajar. Y que eso se puede hacer a nivel individual, sin más objetivo que vivir bien y disfrutarlo, sin tener que crear estructuras complejas ineficientes e insostenibles a largo plazo, trabajando con gente que se marca sus propios objetivos porque sabe que de ellos depende su modo de vida, y no fichando en una oficina para justificar un sueldo a fin de mes.

      Pero a lo mejor tienes razón y es falta de ambición, no sé

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    • Avatar de procrastiman Respondiendo a procrastiman

      Yo creo que tienes razón, procrastiman pero, como tu mismo dices, para ser competitivo y vivir de tu trabajo, es necesario adquirir y desarrollar conocimiento y aplicarlo. En entornos muy competitivos, como el industrial, no hay elección entre el segundo y el tercer modelo: sin el tercero no hay segundo.

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    • Avatar de emerico Respondiendo a emerico

      Seguramente en el sector industrial es como dices, pero en el artículo se hace referencia a los emprendedores tecnológicos y a eso es a lo que me refería yo

    • El otro día estuve escuchando al bueno de Ken. En directo y sin "pinganillo". Creo que sólo el 10% de los asistentes (emprendedores) íbamos sin traducción simultánea. Supongo que esto lo dice todo y puede ser que haya motivado su artículo.

      Un saludo.

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