Con anterioridad desde Pymes y Autónomos hechos hablado de medios de financiación alternativos, como el crowdfunding. En la actualidad este concepto está evolucionando hacia otros métodos como el denominado equity crowfunding, es decir, cualquier persona interesada en una startup puede invertir online y ser accionista de la empresa. En España una de las comunidades de crowfunding que lo está realizando es Bihoop.
Otra de las prácticas, y que cada vez es más común para lograr financiación, es el bootstrapping, básicamente en lo que consiste es mediante recursos propios, como ocurre con la capitalización de la prestación de desempleo y, sobre todo, la generación de flujos de caja iniciar un negocio cuidando en extremo los gastos que se realizan e invirtiendo los beneficios generados para el propio crecimiento del negocio.
A pesar de las alternativas anteriores, y teniendo en cuenta que hoy por hoy la más real para iniciar un negocio es el bootstrapping, hay otras que son las que por lógia, deben actuar como tractoras de la inversión y financión de las startups.
Para las fases de desarrollo o de prototipado de una empresa la más conveniente es el recurso de las 3 ‘F’ Family, friends and fools, es decir, familia, amigos e idiotas. La razón es porque por la proximidad y la afinidad están dispuestas a dar un voto de confianza al proyecto.
Cuando el proyecto ha comenzado su andadura más formal, es decir, en la fase de prelanzamiento, es cuando se ha de pensar en los Business Angels, es decir, particulares, por regla general empresarios con experiencia y con una buena capacidad económica, que adquieren una participación minoritaria en una empresa en su fase inicial. Actúan personalmente, tanto en la selección como en el apoyo y seguimiento del proyecto. En países como Estados Unidos o Israel esta figura tiene un gran peso que se implican personalmente en la inversión, aportan un valor a la empresa y, sobre todo, su experiencia corporativa. Sin embargo, en España, esto no queda del todo claro.
Posteriormente, está el Venture capital o capital riesgo, que tiene por objeto la toma de participación, normalmente minoritaria, en compañías que están empezando y/o tienen grandes posibilidades de desarrollo y dificultades de acceso a otra financiación. El propósito de estas entidades es aportar capital a empresas que suponen un riesgo, para obtener los beneficios mediante la venta posterior de esa participación.
Como punto final la empresa para poder llegar a un estado de consolidación suele tener dos opciones, la primera, la oferta pública de venta de acciones en un mercado secundario, en España sería su salida al Mercado Alternativo Bursátil. La otra opción, es la fusión por absorción o por adquisición de una empresa establecida que desee obtener economías de escala o de alcance incorporando a la startup en cuestión.
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