Ayer hablaba de innovación; hoy os traigo un ejemplo de negocio que está funcionando muy bien en EEUU. El negocio consiste en enviar una cantidad de heces a la persona que nosotros queramos. Es decir, podemos mandarle dos kilos de heces de elefante a nuestra ex-empresa por el módico coste de 25 euros aproximadamente.
Este negocio está orientado en clave de humor y no tan humor. Basta con una página web, una fuente de materia prima (hay algunas que son obvias) y nucho estómago para preparar los envíos. El caso es que como vemos, hacer dinero es simple y fácil; solo necesitamos una idea.
No he visto por Europa o España una idea similar y no me extrañaría que en breve tengamos un servicio similar al que ofrece PoopSenders en EEUU. El caso es que dentro de los términos legales de uso del servicio, la tienda que hace los envíos sólo autoriza remisiones de heces en concepto de “broma”.
No sé el alcance legal de una cuestión de este tipo en España, puesto que intermediar en este tipo de actividades, podría ser acto constitutivo de delito, dado que las heces, inicialmente no tienen la consideración de bienes propias del comercio, tal y como marca el Código de Comercio.
Sea como sea, vemos que hay que exprimirse el coco y buscar alternativas de negocio que pueden tener cabida en el mercado, ya sea como broma o no.
Vía | Menéame
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