En España la productividad no es una de nuestros valores. Ni lo son los funcionarios, ni los trabajadores, ni los jefes, ni los emprendedores, etc.
Sin embargo, se da la extraña circunstancia de que por horas en el lugar de trabajo no será. Esa vieja costumbre de calentar el sillón y aprecidada por muchos jefes realmente no lleva a ninguna parte y no es beneficiosa en absolut.
Tengo un buen amigo que trabaja como consultor en una de las Big Four, que un día me comentaba que estaba fuera de Madrid haciendo un proyecto en una de las oficinas de su compañía y que le ponía enfermo que allí nadie se ponía hacer nada hasta las 11 y que luego a las 20h seguían todos allí.
¿Por qué no somo eficientes ni productivos?
Muy sencillo porque estamos rodeados de parásitos que nos roban tiempo de manera continuada. Entre ellos destacan:
- Móvil
Si calculamos las llamadas que recibimos y el tiempo que nos consumen en nuestra jornada diaria seguramente ni nos lo creeríamos. Si a todo esto unimos el uso de los nomofóbicos, es decir, los que están colgados del móvil por su dependencia enfermiza de Facebook, Twitter o Whatsapp, entonces ya el desperdicio de horas sube exponencialmente,
- Internet
Es cierto que para la búsqueda de información es la herramienta total. Sin embargo, también resulta adicitiva y al final nos conectamos para buscar informacion y acabamos infoxicados. La razón, que empezamos a generar un bucle en el que de hacer una consulta terminamos queriendo saber la Wikipedia completa.
Lo del e-mail en algunos casos es alarmante, hay días en que uno parece que nopuede dedicarse a otra cosa que no sea responder correos. El problema no es responderlos sino que nos interrumpen de nuestras tareas haciendo imposible focalizarnos en nuestras actividades. Por eso, es conveniente hacer lecturas transversales de los contenidos y si no son urgentes no perder nuestro tiempo en lo que puede esperar.
- Reuniones
Si no se responde a un "orden del día" mejor ni asistir. Las reuniones que no tienen asignada una agenda son lo peor para nuestra productividad, al final acaban por ser el día de la marmota, se sale como se ha entrado. Para evitarlo, organizarla con un orden del día y, por supuesto, al finalizar, levantar un acta para evitar futuras reuniones improductivas.
En definitiva, estamos rodeados de grandes riesgos que nos roban tiempo, nos hacen ser improductivos y acaban por obligarnos a alargar nuestras jornadas laborales de forma innecesaria. Si quieres evitarlo, desde ahora presta atención a todos estos factores de riesgo y minimízalos.
Imagen| Manuel En Pymes y Autónomos | Errores en la gestión del tiempo