Los inversores de capital riesgo (venture capital) son como los definí hace tiempo "inversores profesionales con carácter temporal". De hecho, los fondos de capital riesgo importantes invierten en cientos de proyectos anualmente.
Este hecho, por tanto, es un óbice importante para las startups "primerizas" ya que negociar un acuerdo en condiciones ventajosas para el emprendedor, o cuanto menos dignas, se convierte casi en una quimera. Pero a pesar de todo, la preparación permite estar posicionado con ventaja para poder llegar a un acuerdo de mínimos .
Algunas sociedades de capital riesgo no son gente técnica, de hecho, y aunque no sea correcto decirlo, invierten por tendencias (si un fondo invirtió en algo similar se tendrá buenas oportunidades de ser escuchado). Por regla general, se apoyan en expertos de su fondo para evaluar los proyectos, aunque se les caracterice por inversión de riesgo rara vez tomarán decisiones que puedan poner en riesgo la perdida del capital de su fondo.
Lo que a nadie le sorprenderá es que buscan elevados retornos de inversión, y de hecho, suelen buscar multiplicadores de 5 a 10 veces del importe invertido. Algo que no deja de ser paradójico es que cuesta lo mismo solicitar cien mil euros que dos millones y de hecho, los proyectos que más atraen son los que requieren grandes cantidades porque impícitamente suponen mayores oportunidades de negocio.
Es bastante improbable que dejen a la empresa en la que invierten actuar con independencia, de hecho suelen asignar un socio para el seguimiento semestral o trimestralmente de la empresa, lo que exige un esfuerzo para la empresa participada ya que los estados financieros deberán estar actualizados diariamente. Puede gustar o no pero es uno de los compromisos que se suscribe en cuanto que se firma el contrato.
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