Hay ocasiones en las que las reformas que se nos presentan para mejorar la situación económica transmiten la sensación de ser "palos de ciego" y de no tener claramente definida una estrategia de lo que se propone. Esto es lo que a mi juicio ocurre con la Ley de Economía Sostenible.
Plantear un cambio de modelo productivo es imperativo, el ladrillo se ha agotado por algún tiempo y la propuesta que se plantea es la innovación. En España existen, sobre todo, tres factores inhibidores de la innovación que van a determinar su éxito y estos son: la educación, el gasto en innovación por parte de las empresas y la poca vocación de la gente por dedicarse a estas labores.
El reto que se plantea de incrementar el número de las 12.000 empresas censadas como investigadoras en España o las 42.000 empresas que innovan (PDF), es difícil teniendo en cuenta el entorno económico tan poco propicio que se nos presenta y la situación de origen de la que se parte.
Con respecto a las 42.000 empresas que innovan, el número me resulta extraordinariamente sorprendente, por lo exiguo, entiendo que es porque como criterio de identificación de innovación utilizan la definición de Schumpeter, es decir, hacer comercialmente viable la I+D, es decir, aquellas que afectan al producto/ servicio final o innovación radical.
Desde mi planteamiento, entiendo como innovación aquellas modificaciones que afectan al producto final, cualquier modificación en un proceso o procedimiento interno, lo es, y se conoce con el nombre de innovación disruptiva. Por lo que va más allá del producto, puede afectar a una tarea o proceso administrativo, al modo de comercializar el producto, la manera de distribuirlo o el perfeccionamiento del proceso de aprovisionamiento. Por lo general, la innovación disruptiva, da lugar a una innovación incremental.
Todo aquello que suponga un replanteamiento de lo que la empresa está haciendo y cómo lo está haciendo y que redunde en una mayor eficiencia es innovación, porque aunque no se refleje en el producto final que se ofrece permitirá ser más competitivos por ser más productivos en cada una de las áreas que componen la organización. Desde mi planteamiento las empresas, en particular, las más pequeñas lo que deben potenciar es el desarrollo de su organización de la innovación disruptiva que es la que verdaderamente les ayudará a mejorar su competitividad.
En Pymes y Autónomos | Migrando del "brick" al "bit", Nueva estrategia estatal de innovación Imagen | JoshMcConnell