Llega agosto, el mes donde muchas empresas echan el cierre por vacaciones. Los primeros días de agosto llevan aparejados millones de desplazamientos en coche, generalmente a las costas litorales de nuestra península, y estaciones de tren y aeropuertos repletos de personas que se toman unos días libres para desconectar y volver con las pilas cargadas.
Sin embargo, muchos autónomos no tienen tanta suerte como para tomarse ni un respiro por vacaciones. De hecho, una reciente encuesta de la Asociación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) afirma que la mitad de trabajadores por cuenta propia no podrán irse de vacaciones en verano, y el 19,6% lleva más de cinco años sin disfrutar de una simple desconexión de su trabajo.
Las razones son múltiples, pero principalmente se resumen en dos: el riesgo de perder clientes y los bajos ingresos de este colectivo, que no llegan a los 1.000 euros de media. De hecho, uno de cada cuatro autónomos que no irán de vacaciones argumenta que su volumen de negocio “es bajo”, mientras que el 31,4% alude a que no le es posible cerrar su negocio para no perder clientela y el 26,9%, a razones puramente económicas.
Sin embargo, no todos los sectores corren la misma suerte. Más de tres de cada cuatro autónomos dedicados a actividades profesionales, científicas y técnicas han disfrutado o disfrutarán de vacaciones durante esos meses. Por contra, quienes menos pueden desconectar son aquellos autónomos dedicados a actividades sanitarias (40%), el comercio (38,5%), las actividades financieras (37,5%) y la hostelería (35,7%).
Por edad, son los autónomos jóvenes los que más dificultades tendrán este año para irse de vacaciones, fundamentalmente por su reducido volumen de negocio. Aquellos trabajadores con edades comprendidas entre 40 y 54 años, por su parte, serán quienes más posibilidades tienen de irse de vacaciones (54,7%), por solo 41% de los jóvenes de entre 25 y 39 años.
En Pymes y Autónomos | El buen líder se marcha de vacaciones tranquilo