Con el avance de la crisis económica cada vez son menos los trabajadores que se ausentan de su puesto de trabajo por miedo a que pueda tener impacto en la pérdida de su puesto de trabajo. Dentro de este asunto, históricamente hemos visto que el grado de absentismo en el sector público ha sido siempre mayor que el que se producía dentro de los trabajadores del sector privado, pero en la última estadística nos hemos llevado una sorpresa, superando estos últimos a los primeros.
Lo cierto es que desde que se tienen estadísticas al respecto, el porcentaje de trabajadores que se han ausentado de su puesto de trabajo en el sector privado ha alcanzado el 1,76%, frente al 1,75% del público. Una diferencia a penas imperceptible, y de la que se desprenden muchas lecturas.
En realidad ambos colectivos no podían jugar en ligas distintas de forma permanente, puesto que las nuevas circunstancias se han de repartir necesariamente entre todos los colectivos, demostrando a los que hasta hace relativamente poco tiempo pensaban que los trabajadores públicos estaban 'vacunados' contra la crisis, que no era así.
Con el tiempo, las condiciones laborales de los trabajadores públicos tiene que asimilarse aún más a las de los trabajadores del sector privado, y además, el grado de flexibilidad de los primeros debe ser mayor, para así dotar tanto al sector público como al privado de la capacidad necesaria para afrontar proyectos con horizontes variables.
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