Una trabajadora ha sido despedida por enseñar el pecho a otras compañeras de trabajo después de someterse a un aumento de senos mediante cirugía estética. Los motivos reales del despido no han trascendido pero la empresa que ha llevado a cabo esta maniobra realmente inexplicable ha sido el grupo de medios de comunicación Condé Nast, que publica revistas como Vogue.
La estupidez empresarial puede alcanzar límites insospechables y este despido es un claro ejemplo. Esta mujer ha mostrado una parte de su cuerpo de manera privada, dentro de los límites de decoro, recato y doble moral que impregna toda la cultura americana. Al igual que si te operas la nariz, todo el mundo tiene una visión perfecta, si una persona quiere dar más detalles de su intimidad, nadie debe inmiscuirse en estos extremos, menos aún cuando no existe un impedimento real para el desempeño del trabajo ni se realiza un daño a la actividad de la empresa.
Las empresas tienen que tener siempre presente que trabajan con personas que tienen unas necesidades, características y cualidades propias. No queremos trabajar con robots ni con máquinas, sólo con gente que sea como realmente es y que de lo mejor que tiene. Por respetar la vida personal y las propias comunicaciones informales en el entorno laboral se comienza a realizar una buena motivación, no con despidos absurdos. Menos mal que esto por aquí no pasa, al menos todavia.
Vía | El Mundo En Pymes y Autónomos | Cartas de despido: huye de los tópicos y sé claro Imagen | Bichuas