La web Linkedin ha realizado una encuesta a 3.000 usuarios de esta red sobre el destino que darían a una hipotética indemnización de despido. Los resultados son bastante significativos en algunos aspectos. Veamos los porcentajes:
- Utilizaría el dinero para financiar a un amigo: 4%
- Colocarlo en inversiones como a acciones o inmuebles: 8%
- Esperar a que saliera trabajo 13%
- Poner en marcha su propio negocio > 50%
- Unas largas vacaciones esperando a que pasara la recesión > 20%
De estos porcentajes hay dos lecturas muy importantes:
La primera que frente al desempleo, más de la mitad de los encuestados se decantan por montar su empresa. Existe vocación emprendedora en el perfil de usuarios de Linkedin.
Es un buen dato, aunque ya hemos hablado largo y tendido de las ventajas e inconvenientes de emprender un negocio por necesidad y no vocación. No obstante, ahí está el dato.
Pero el que más me llama la atención, es el porcentaje tan bajo que se decanta a invertir dinero en la empresa de un amigo. O bien prestar o cualquier otra forma jurídica que consideremos adecuada.
Ese 4% lo veo bastante indicativo de la desconfianza propia que nos originan las empresas cuando no gestionamos nosotros. Volvemos a caer en estructuras familiares, a pesar de los inconvenientes que conllevan este tipo de empresas, antes que fiarnos del negocio de fulanito.
Es más, un 13% se decanta antes por invertir en inmuebles, eso es valor en la actualidad o incluso bolsa; eso no es valor, es un suicidio si de verdad no se sabe donde se mete el dinero.
Antes o después tendremos que ser conscientes de la rentabilidad que nos puede deparar la pyme, y modificar las estructuras y preferencias de inversión. Hay muy buenas empresas en la actualidad que no son familiares y cuentan con una verdadera gestión de socios, ese es el camino.
Vía | Intereconomia
Más Información | Linkedin
Imagen | pasotraspaso
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