La crisis económica tiene muchos colaterales, entre los que se encuentran el desagradable incremento de los hurtos en los establecimientos, lo que se traduce en dos problemas, de un lado el incremento de los costes de gestión para el propio establecimiento, y en segundo lugar, la sensación de indefensión asociada al hecho.
Cuando hablamos de este tipo de circunstancias, siempre pensamos en que vía coercitiva pagamos un servicio público como la seguridad ciudadana, pero obviamente los recursos son limitados, y no podemos tener un agente en la puerta de cada establecimiento, lo que lleva a muchas empresas a contratar servicios de seguridad privada.
Como bien comprenderán la contratación de este tipo de servicios supone un importante coste económico, que muchos negocios no se pueden permitir, por lo que para intentar afrontar este tipo de problemas, ha surgido una iniciativa, cuanto menos curiosa, que están llevando a cabo algunos comerciantes de Jerez. Esta iniciativa consiste en una pequeña red de walkie-talkies, que funciona de manera cooperativa, y mediante la que se informan unos a otros sobre los hurtos, así como de las acciones llamativas de clientes sospechosos que merodeen por la zona.
Tal vez pueda resultar ruda esta manera de proceder, pero cuando los recursos son escasos y se presentan ciertas necesidades, en ocasiones los recursos más sencillos y accesibles son los que nos proporcionan la solución más eficaz.
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