La crisis económica y financiera que nos azota desde 2008 está aumentando el número de quiebras empresariales. España ha registrado en 2012 tres veces más casos de quiebra que cinco años antes, al pasar de al pasar de 2.528 en 2008 a 7.799 el año pasado, según un informe de la Comisión Europea sobre las pequeñas y medianas empresas (pymes) de la UE.
Parece evidente pensar cuáles son los motivos que llevan a las empresas a tener que echar el cierre: la falta de consumo, unido a la escasez en la financiación y la baja productividad son los principales problemas de las pymes en la actualidad, aspectos que se han agudizado a medida que la crisis se ha ido recrudeciendo.
La excesiva dependencia de las pymes al mercado nacional es uno de los mayores hándicaps con el que han topado para poder salir adelante, dato que contrasta con el fantástico comportamiento que han mostrado las exportaciones durante los últimos meses. Sin embargo, parece que el comercio exterior es un coto exclusivo para las empresas con un tamaño empresarial considerable.
No en vano, el propio documento recomienda a España apostar por la demanda de exportaciones como fuente de crecimiento, puesto que la situación económica del país sigue siendo un reto, con una demanda interna insuficiente y decreciente. Sin embargo, parece complicado pensar que una microempresa pueda exportar al exterior sus servicios, más si cabe cuando la mayor parte de ellas están localizadas en un único lugar.
Según este estudio, la construcción, debido sobre todo al estallido de la burbuja inmobiliaria y al retraso en los pagos a proveedores por parte de las administraciones públicas, y la industria manufacturera están siendo los sectores más afectados en España. Además, el propio informe teme que el empuje empresarial español no tenga calidad porque muchas personas se están viendo obligadas a autoemplearse por la imposibilidad de encontrar un trabajo.
En Pymes y Autónomos | Las quiebras empresariales suben un 22,5% en el segundo trimestre Imagen | jprohaszka