Los trabajadores que retrasen su jubilación de manera voluntaria más allá de la edad legal, podrán combinar dos tipos de incentivos a través de la Seguridad Social .
El Consejo de Ministros dio luz verde, a dos Reales Decretos que mejoran el acceso a la jubilación anticipada para las personas con una discapacidad superior al 45% y completan para el conjunto de los trabajadores la reforma de los incentivos de la jubilación demorada, iniciada en 2021.
Un incremento de la pensión del 2% por cada año que la demore el trabajador
Mediante una fórmula mixta que permite combinar los dos tipos de incentivos vigentes: la posibilidad de percibir un pago único ("cheque") en el momento de la jubilación y un incremento porcentual de su pensión, se busca beneficiar a quien amplíe su vida laboral.
Imaginemos que el futuro jubilado decide atrasar durante diez años su retiro, en este caso, recibiría una bonificación del 20% de su prestación.
Quien apueste por esta nueva fórmula y retrase su jubilación entre 2 y 10 años recibirá simultáneamente un incremento de su pensión del 2% por cada año que la demore, y un pago único equivalente a la mitad del que le correspondería si optara por la fórmula actual del pago único.
Una reforma de las pensiones muy esperada
La reforma de los incentivos a la jubilación demorada ya está teniendo resultados positivos, así lo afirman desde el Gobierno.
En 2022, el primer año de aplicación de la nueva norma, el porcentaje de personas que optaron por esta posibilidad ascendió al 5,4% de las personas que se retiraron, y en el primer trimestre de 2023, este porcentaje ha subido al 7,8%.
En lo que va de 2023, 1.148 nuevos pensionistas han optado por el pago único, cuya cuantía media es de 13.100 euros.
Esta fórmula mixta ya estaba prevista en la reforma de las pensiones acordada con los agentes sociales en julio de 2021, pero no se había regulado hasta ahora.