¿Transformar tu negocio o adaptarlo para sobrevivir después del confinamiento?
Consejos prácticos

¿Transformar tu negocio o adaptarlo para sobrevivir después del confinamiento?

HOY SE HABLA DE

Se ha instalado un lugar común entre las opiniones de diferentes sectores según el cual cuando todo esto acabe no seremos los mismos. Yo estoy de acuerdo con ello, pero hay que tener en cuenta que no es algo instantáneo. El proceso lleva su tiempo. Por eso dado lo que espera a muchas empresas algunos están pensando en hacer cambios radicales. Pero necesitas ¿transformar tu negocio o adaptarlo para sobrevivir después del confinamiento?

Puede que haya muchos patrones de consumo que cambien en los consumidores. Gente que hasta ahora no ha comprado nunca en un supermercado online puede empezar haberlo probado y darse cuenta que para una parte importante y recurrente de su compra habitual es muy cómodo. ¿Significa que dejaremos de ir a la compra? No, pero si que podemos hacerla de forma diferente.

Los cambios necesitan tiempo

Pero para que todo esto se instale en el consumidor se necesita tiempo, no será instantáneo. También muchos supermercados cambiarán sus patrones de servicio. Algunos como Mercadona ya lo estaban haciendo, creando grandes plataformas desde los que facilitar las compras online de forma centralizada y eficiente, no con una persona de nuestro supermercado cogiendo las cosas del lineal.

Adaptarse al cambio significa hacer lo que sabemos mejor y según marcan las circunstancias

Esta es una adaptación, no una transformación del negocio. El supermercado sigue haciendo lo que se le da bien y la razón por la que le buscan los clientes. Tiene una oferta de productos competitivos y con una buena relación calidad-precio. Pero adapta su negocio a las nuevas circunstancias y a nuevos patrones de consumo.

Pongamos otro ejemplo. Tengo un bar de pinchos que funciona muy bien. Llevo toda la vida haciendo esto y lo hago bien. ¿Tengo que cambiar mi propuesta gastronómica a un bar de menús? Lo cierto es que no es la idea, pero si tendremos que adaptar ciertas partes del negocio, para que no se acumule la gente. Reservas de media hora de gente para acceder al local, para evitar la aglomeración habitual en la barra. Equipara el local con mesas altas distanciadas entre sí, potenciar la opción para llevar de un surtido de pinchos, o el reparto a domicilio, etc.

La digitalización y tecnología han llegado para quedarse

Lo mismo podríamos decir de una tienda de ropa. ¿Y si ahora la gente tiene miedo de probarse ropa? Aquí hay dos soluciones, la del pequeño local que conoce a sus clientes de toda la vida y el tipo de ropa que tiene. Hay que solo con mirarte saben la talla de pantalón que tienes. Otra opción más tecnológica es el probador virtual. Ya hemos visto alguna experiencia al respecto de esta tecnología que nos escanea y nos muestra cómo nos quedaría la prenda sin necesidad de probárnosla.

La tecnología y la digitalización será uno de los puntos clave que nos ayudará a adaptar nuestro negocio. Cajas de autopago, cajones de cobro donde sea el propio cliente el que introduce el dinero en efectivo en lugar de dárselo al empleado. O la simple potenciación del pago con medios electrónicos sin contacto.

Son muchos los cambios que podemos ver en los próximos años. El proceso ha comenzado, pero nadie tiene claro hacia donde irá del todo. Si de la crisis económica de 2008 salimos con un cambio de patrón de consumo donde Internet fue el ganador y vimos a lo largo de los siguientes años como el pedido de comida a domicilio ha crecido de forma muy importante, no sabemos como va a evolucionar en los próximos dos o tres años las tendencias de consumo tras la crisis del coronavirus.

Imagen | Alexas_Fotos

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Comentarios cerrados
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      Te concedo todo lo que dices como idóneo. Pero en parte partimos de una "falsa" premisa: que todo sigue igual.

      Muchas empresas y autónomos van a tirar la toalla y arriar velas para, si puede, empezar de cero pasado un tiempo prudencial si se lo puede permitir.

      Hay gente que incluso ahora se tira de los pelos por haberse acogido a las ayudas. Otros están adelantando la liquidación de sus mercantiles (tras recibir la ayuda) y usar la misma para empezar de cero (cosa con muchas complicaciones legales que seguro estoy de que no se van a llevar a su extremo).

      Otros verán como, con los futuros fondos, se tendrían que haber esperado para, tras liquidar, acceder a ellos de manera "ventajosa". Etc., etc.

      Ser Madonnna está muy bien, reinventarse cada 5 minutos y triunfar o, cuando menos, no pegarte un batacazo. Pero esto de reinventar estructura, logística y procesos es un trauma en la mayoría de casos y, cuando te metes en ello, lo haces en momentos de buena situación o con reservas suficientes como para aguantar el golpe negativo.

      Hacer algo a mata-caballo, con la incertidumbre de cómo va a evolucionar todo esto, cómo nos veremos en invierno, el año que viene y el próximo es un ejercicio MUY COMPLICADO.

      Ejemplo, los bares: aquí todo el mundo da por sentado que en junio todos abiertos, con mamparas, distancias, limitación de aforo, etc...

      1.- Ríete tú de que en Madrid o Barcelona (por ejemplo) se permita esta apertura antes de julio.

      2.- Las mamparas: falsa sensación de seguridad. Aquí la gente parece haber olvidado el estucio de los lineales en supermercados (sitios cerrados) y el viaje que hacían las partículas que exhalamos (hasta 18 metros SIN CIRCULACIÓN FORZADA). Unamos los aires acondicionados y que ya hay dos estudios que afirman que no sólo se propaga por las micro-gotas en suspensión, sino que llega un momento en que también lo hace por el aire (cosa muy preocupante, por cierto). Es decir, mamparas... vale.

      3.- Temperatura externa: otra guasa. Más aquí y más en verano. El sudor nos ayuda a bajar la temperatura, pero es más un efecto interno que externo. Es más, nuestra temperatura exterior soleaditos es superior por acción del sudor.

      4.- Arcos de ozono: vale... desinfectamos el exterior (ropas, etc), pero de qué coño sirve para los que son infectivos en ese momento. A ver si va a resultar que somos tan listos como Trump y entendemos que por que si respiramos muy hondo al ser rociados dejamos de ser vector de infección o, qué bonito, nos curamos.

      5.- Mascarillas: claro, claro. Vamos a tomarnos los churros, el café o el solomillo con la mascarilla puesta. Es más, seguro que nos la estamos quitando y poniendo a cada bocado.

      6.- El vapor de los lavavajillas, la circulación de los aires acondicionados, el enfriar las copas de cerveza cuando no lavar su interior con agua fría antes de tirarlas, etc.

      7.- Tener que bajar o subir escaleras en donde las distancias clarísimo que se cumplirán. Como los turnos tanto para entrar como para salir del local o ir al servicio que seguro se limpia en cada uso.

      8.- Confiar que en las cocinas el cocinero o los pinches estén todos con las mascarillas puestas en un ambiente con humos, temperaturas elevadas y vapores de los lavavajillas.

      9.- Cartas higienizadas o de un solo uso. Claro.

      10.- Las bayetas que dejan costra ahora van a usar una en cada pasada.

      No sé, hay tantas cosas.

      Pero, a lo que iba: van a ver reducido su aforo entre un 50 y un 70% y todo lo mencionado anteriormente.

      ¿Quién se va a atrever a, primero abrir con esas limitaciones y luego realizar un reinventation tour con inversión?

      Si hay multitud de negocios que llegan a duras penas a final de mes o lo hacen cortos e incluso medianamente bien. Que me expliquen el futuro de su vuelta en estas condiciones.

      El que se lo pueda permitir creo que se debe olvidar de reinvenciones tempranas y sin datos concretos a futuro o, cuando menos, ir con pies de plomo y no ponerse a hacer inversiones sin guías ni directivas concretas del gobierno.

      Un gran grupo de restauración se puede permitir el paripé en algunos locales como acción publicitaria, de confianza o de mejora de marca. El bar del tío Pepe... pues como que no.

      Y diciendo bares se puede decir cualquier comercio tradicional. Desde una tienda de ropa a una ferretería o el chino de la esquina.

      En resumen: no hay mejor y más óptima reinvención que una catarsis. Esto es, inmolarte y resurgir de las cenizas cuál ave fénix.

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    • Avatar de 10055 Respondiendo a Usuario desactivado

      Totalmente de acuerdo, muchos desparecerán. Con el tema bares hay cosas que serán fáciles, cartas de un solo uso que estén impresas en el mantel de papel que luego se retira... o sustituir bayetas por papel desechable y otras muy complicadas... como el tema mamparas o que den por hecho que les van a ampliar el espacio de terraza para poder separar más las mesas. Cuidado aquí que en muchos lugares esto será imposible y pasará por una reducción de mesas, menos clientes y menos ingresos. Montar un delivery no es tan sencillo como parece y si que veo más posibilidades en las opciones para llevar que muchos no explotan

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    • Avatar de miniyo73 Respondiendo a LosLunesAlSol
      Usuario desactivado

      Usuario desactivado

      Por cierto, sobre acondicionamiento de los procesos, mecánica, etc.

      Para los EPI, la Cámara de Comercio ha abierto una web que, fijaos que funciona, para interconectar a solicitantes de material de protección e higienización con los proveedores de los mismos.

      Puedo dar fe de que funciona ya que personalmente he recibido contacto, portfolios y presupuestos de más de 25 profesionales y/o mercantiles.

      Otro cantar es que los datos sean públicos y de acceso libre. Que deberían ser bajo petición.

      Hasta la LPD (o las siglas nuevas vía UE, que se me escapan) se ha ido a tomar por culo con el Covid-19.

      La WEB: http://todosprotegidos.camara.es/user

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